Conservas Eutimio: producto, tradición y artesanía enlatada
Abrirá su propia tienda en Gijón con sus cuidadas latas y platos precocinados
ANA SEGURA
Jueves, 14 de enero 2021, 10:12
Eutimio Busta decidió hace ahora dieciséis años crear una cápsula para resguardar producto, cultura y una tradición en trance de desaparecer en su pueblo. La industria conservera se moría en Lastres, con las antiguas factorías convertidas en ruinas, y decidió lanzar su propia marca, con la misma premisa con la que desde hacía más de 30 años regentaba su restaurante junto al puerto: calidad, artesanía y mimo enlatado.
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La hipótesis inicial no ha variado y sus hijos, Rafa, María y ahora también Ana, siguen a pies juntillas con un proyecto «más 'filantrópico' que empresarial, porque los márgenes se van cuando apuestas por el producto de cercanía, con la condición irrenunciable de la calidad máxima en la materia prima». El proceso es tan artesanal que, por ejemplo, cada día de producción sacan una media de nueve latas de anchoas. Las producciones son reducidas y especiales.
Sus anchoas y patés, siempre elaborados en cantidades limitadas, son la punta de lanza del nuevo proyecto en ciernes de la familia hostelera, la apertura de una tienda de conservas y platos precocinados en Gijón, un punto de inflexión en su aventura en el universo de las latas. La idea es crear un concepto sui generis de las conservas, que les permita trabajar con más dinamismo y gozar de más autonomía en el mercado. Si María Busta, guisandera y Caldereta de Don Calixto, decide que el sabor de sus carrilleras de cerdo ibérico al toque de miel se merece formar parte de una única línea de productos, Conservas Eutimio lanzará al mercado una serie de cuarenta o cincuenta latas. Para la siguiente remesa, quizás elija una salsa de Oporto y, de este modo, la libertad con la que trabaja en su propio restaurante se trasladará al universo de las conservas, sin la tiranía de los troqueles y demás requisitos indispensables en el sistema convencional.
En su tienda de Gijón, que se proyecta ubicar en la calle Cabrales, también habrá productos semiacabados para que el comensal termine en casa con un punto de calor. Pescados a baja temperatura, cortes de cerdo con marinados y adobos especiales o salsas de manzana y oricios.
Al negocio familiar se ha incorporado Ana, de vuelta de Italia, y cuyo paso por el país transalpino permite incorporar pastas frescas y pesto, entre otros.
Huevas de erizo de mar, patés de bonito con jamón ibérico y algas, de merluza y centollo o anchoa, de salmonetes, seta y oricios, de cabracho, de marisco, de cabrales; garbanzos con bacalao y centollo, fabes con almejes, calamares en su tinta... Escuchar el contenido de sus latas es empezar a naguar.
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