La escala cromática en tu copa
El color se convierte en un reclamo cada vez más habitual y los tragos de colores intensos triunfan en la mesa y en la barra
La liturgia del comer, y el buen beber, implica la comunión de los sentidos, del gusto al olfato, el tacto, la vista o incluso el oído, del crujir del pan al burbujeante sonido de un refresco al ser abierto. Los platos y los tragos entran por los ojos y la forma en la que percibimos un color, una disposición o un brillo condiciona la apreciación final.
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La imagen es fundamental en la gastronomía, también en la líquida y cada vez más bebidas y licores juegan con la escala cromática, permitiendo disfrutar de una paleta de colores muchas veces determinante a la hora de escoger un trago.
Un estudio de Biomedical Center, constata que la señal sensorial determinante para influir sobre el gusto y la predicción del sabor es el color. Chupitos rosas y negros, copazos naranjas, refrescos rojizos, azulados isotónicos, el clásico 'bloody mary'... se valen del diseño y del color para posicionarse y tornar más apetecibles y deseados, impulsados además por las estrategias de marketing.
El rojo se asocia a sensaciones afrutadas y refrescantes, aunque también picantes; el naranja a los cítricos y la vida sana; el verde a sostenibilidad y vida 'healthy'; el rosa es joven y femenino; el negro implica intensidad y se vincula a bebidas más fuertes... La psicología del color defiende que el croma de un trago puede llegar a condicionar tu humor y el humor puede determinar tu trago.
Bebidas de colores:
Tequifresa
Con un sabor que recuerda a los Petit Suisse de la infancia, el rosa palo se impone en las barras y causa furor entre los jóvenes. Consumido como chupito, la dulzura de la crema de fresas enmascara el sabor del tequila.
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Aperol
El intenso color naranja es el rasgo identificativo de una bebida ideal para el aperitivo inventada en 1919 por los hermanos Luigi y Silvio Barbieri y que en los últimos años se ha puesto de moda, viajando desde Italia al resto del planeta. Las campañas publicitarias siempre aluden a su color y lo vinculan a la amistad y los momentos solaces.
Te matcha
El verde está presente en multitud de batidos, smoothies o brebajes detox pero sí una bebida de intensidad cromática está arrasando es el te matcha. Rico en vitaminas, minerales y antioxidantes , sus propiedades beneficiosas han impulsado su consumo pero también el éxito en las redes sociales convertido en la infusión predilecta de multitud de influecers.
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Bloody Mary
El rojo es protagonista de un cóctel con más de un siglo de historia, pues su origen se asocia al al harry's Bar de Paris y se sitúa en 1921. El color lo aporta el jugo de tomate, que acompaña el vodka, la salsa Worcestershire, el tabasco, la sal y la pimienta negra.
Bitter Kas
El Bitter Kas, desde largo tiempo rimado -te lo tomas, y te vas- nació en los años 60 desarrollado por un farmacéutico barcelonés. Bajo el lema 'Old is cool', el refresco rojizo resurge como el ave Fénix y vuelve posicionándose en el momento vermú para ser disfrutado solo o integrado en originales cócteles.
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Jagermeister
«Bebidas oscuras para noches deslumbrantes». Negro tenebroso, el color del fundido que experimenta quien se deja llevar por el licor alemán con un 35% de graduación alcohólica. Su receta es secreta pero se elabora con hasta 56 hierbas diferentes, varias frutas, especias y raíces de origen oriental.
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