Acto de presentación de Sidraturismo Asturias, ayer, en Gijón. ARNALDO GARCÍA

Gijón refuerza el Club de Sidraturismo

Se convierte en la cuarta ciudad que se incorpora tras Oviedo, Nava y Villaviciosa

Sábado, 20 de mayo 2023, 11:35

Los primeros miembros se adhirieron al Club de Producto Sidraturismo Asturias a finales de 2021. Año y medio después, ya son cerca de medio centenar. Y antes de que termine este 2023 se espera que el Ayuntamiento de Gijón pase a engrosar una nómina en la que ya figuran otros tres consistorios asturianos —Oviedo, Villaviciosa y Nava— además de diez llagares, seis pumaradas, cuatro sidrerías, 21 alojamientos turísticos, dos guías turísticos, dos empresas de turismo activo y una agencia de viajes.

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La candidatura local está «pendiente de valoración», explicó ayer el director de Visita Gijón, Daniel Martínez Junquera, que entiende que la presencia de la ciudad en ese club «es muy necesaria. Creemos en el proyecto y en el potencial del producto», es decir, de la sidra, como «recurso turístico diferenciador». Gijón es además, recordó en un encuentro con el sector sidrero organizado por el Ayuntamiento, el concejo donde más sidra se produce y más se consume. Con todo, el de la sidra como atractivo turístico es un terreno «donde tenemos que trabajar aún más porque hay margen de mejora», subrayó el concejal de Promoción económica, Empleo y Turismo, Santos Tejón.

El objetivo del Club de Producto Sidraturismo Asturias -cuyos socios son Turismo de Asturias, el Consejo Regulador DOP Sidra de Asturias, el Cluster de Turismo Rural de Asturias y, como socio honorario, la Caja Rural de Asturias- es llegar a crear una marcas de calidad, explicó la técnica responsable del club, Lorena Alonso.

Precisamente la calidad fue uno de los términos más repetidos ayer por los participantes en la mesa redonda sobre la sidra como motor de desarrollo del turismo regional. En ella, Guillermo Guisasola, cosechero y presidente del Consejo Regulador, habló de la necesidad de recuperar las miles de hectáreas de manzano que se han perdido en los últimos años. «Los turistas de experiencias van buscando autenticidad y si lo que vendemos no es auténtico y real, se nos verá el plumero».

José Luis Piñera, propietario de Sidra Piñera, constató el interés creciente de los visitantes por conocer el proceso de elaboración de la sidra y el impacto que el recorrido por un llagar suele tener en los turistas: «La gente piensa en algo más pequeño y rural». En su llagar de Deva reciben ya en torno a media docena de visitas al mes y él ve opciones de ampliar el negocio. En general, a los lagareros asturianos «les falta creérselo». Eso «y que cobren» por las visitas guiadas que muchos ofrecen de forma gratuita. «Que lo pongan en valor», les instó Lorena Alonso.

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La visión de la hostelería la aportó el propietario de la sidrería La Montera Picona, Emilio Rubio , quien incidió en el valor del escanciado, «un auténtico espectáculo», «lo que nos desmarca», pero que, lamentó, se está perdiendo «porque faltan escanciadores». Una falta de personal que se está traduciendo en que «cada vez hay menos sidrerías. Esa es al menos mi sensación».

Todos coincidieron en la oportunidad de explotar la sidra como atractivo y enganche del turismo gastronómico y de experiencias.

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