La guisandera Ana Fé Fernández, en el comedor de su restaurante El Cenador del Azul. juan carlos román
MIERES

El cenador del azul

Ana Fé hizo empresariales pero prefirió cocinar al lado deJoaquina Estrella, su suegra. Y a tan gran maestra siguió otra gran maestra

Jueves, 1 de septiembre 2022, 11:36

Mieres tenía en 1968 más población que unas cuantas capitales de provincia. Y minas, acerías, inmigración, vida, crecimiento, futuro. No es que ahora no lo tenga, por favor, que ruge la modernidad en su campus y sus delegaciones de alta tecnología, pero quienes lo conocimos con el doble de población notamos la diferencia: los hijos ya no arraigan en el barrio y los tajos familiares y buscan su futuro por otras latitudes. Eso sí, la villa polvorienta de hollín y humos, con el Caudal completamente enlutado por el carbón, presenta ahora colores y transparencias de la más rabiosa Asturias verde. Por eso, El Cenador del Azul, que suena a quisco de jardín, mesa de verano y requexu romántico, y que independientemente de lo poético que suene es uno de los más ponderados restaurantes no sólo del concejo, de la región (así lo predican desde Xuacón de Ablaña a la guía Michelin), mejoró sustancialmente, hace medio siglo largo, las difundidas costumbres de los arroces pasados de punto, los macarrones con chorizo también sobrecocidos, o los filetes de xata culona acuosos y saltarines.

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EL CENADOR DEL AZUL

  • Dirección: Calle Aller, 51, Mieres

  • Teléfono: 985 46 18 14

  • Sala: José Luis Mondelo Paradelo

  • Cocina: Ana Fé Fernández Areces

  • Inauguración: 1968

  • Reinauguración: 2001

  • Menú laborales: 17 euros

  • Descanso: Domingo

  • Horarios: Cerrado las noches de lunes a jueves excepto reservas de grupos

  • Precio medio: 30 euros

  • Mantelería, cristalería y vajilla: de calidad

  • Bodega: excelente

Los años sesenta, superadas las escaseces previas, trajeron un prêt-à-porter industrial que ponía los pollos enjaulados al alcance de todos, y primaba el sándwich planchado de jamón y queso sobre el nutritivo bocadillo de chorizo. Fue entonces cuando llegaron, en el momento más oportuno, Joaquina Estrella y José Mondelo para tomar a su cargo el Bar Azul, donde pronto gozaron de afluencia nutrida y nombradía justificada. Y pasado el testigo generacional, José Luis, el hijo, y Ana Fé, la nuera, reubicado el restaurante y añadido el cenador al azul, tan impresionista, han seguido su línea de tradición renovada y progresiva, de materia próxima y selecta siempre y ante todo, de platos atractivos para la vista, el gusto y el resto de sentidos, incluido el común.

Una cocina, pues, sensitiva hasta lo sensual, y sirvan de testimonio las imprescindibles galletas de manzana caramelizada con jamón ibérico y foie marinado, el gustoso huevo escalfado sobre picadillo de matanza y patatas paja, el pulpito de pedrero a la parrilla con crema de patata y pimentón, el goloso contraste del bacalao y los tendones de xata, y sencillamente, que de sencillamente nada, las versiones sinfónicas de lubinas, bacalaos, pixines, pitos de caleya, lechazos y lo que cada afán cotidiano proporcione en un ambiente sereno y elegante donde los Paradelo Mondelo, saga familiar merecedora de biografía para recuerdo de mayores y ejemplo de jóvenes, iniciaron su escalada hostelera ampliada por el Panduku y La Costana de Siero (la primera ya cerrada por feliz jubilación), y con las hermanas y nueras honrando nuestro estimadísimo Club de Guisanderas. Mieres suma así, a sus grandes maestras culinarias –María Luisa García, Magdalena Alperi– las de la escuela Paradelo, ejemplares sucesoras.

Cogote de bacalao sobre guiso de tendones de ternera

Ingredientes

2 cogotes de bacalao desalado, 4 patas de ternera, cebolla, 1 diente de ajo, 1 cucharada de pimentón dulce, ½ cucharadita de pimentón picante, ajo, aceite de oliva virgen extra y sal.

Elaboración

1. Limpiamos las patas.

2. Ponemos a cocer sus tendones con agua y sal durante, al menos, una hora, hasta que estén tiernos.

3. Ya cocidos los tendones se pican menudo y reservan

4. En una cacerola con un poco de aceite de oliva virgen extra echamos la cebolla picada menuda y un poco de ajo también picado.

5. Ya pochada y tierna, añadimos los tendones y un poco del caldo su cocción.

6. Dejamos que guisen; casi listos añadimos pimentón y rectificamos de sal.

7. Aparte preparamos el bacalao en una cazuela de barro al fuego, friendo láminas de ajo en AOVE.

8, En cuanto doren, retiramos la cazuela, dejamos que enfríe un poco, colocamos los cogotes y dejamos se hagan lentamente.

9. A punto hacemos con el aceite de la cazuela un pilpil ligero.

Presentación

Por base, guiso de tendones, encima los dos cogotes de bacalao, y de remate un poco del pilpil.

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