Restaurante La Mendiga
Mieres ya no destaca en carbón ni industria pesada, y hasta su río corre cristalino y truchero, pero en cocina, cuna de maestras, sobresale por sus excelentes referencias, grandes equipos y renovadores resultados
¿La Mendiga? En absoluto limosnera, sino lírica: título del primer poema leído públicamente, recién cumplidos los dieciséis años, por Teodoro Cuesta, bardo entre los bardos de Mieres. Antes era L'Albar de Moisés, que ahora lleva el hotel vecino, mientras Ricardo, de Insierto, pueblo idílico a la sombra del piadoso y festivo santuario de Los Mártires, y su equipo, marcan la nueva etapa.
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Esquinado con la Plaza del Ayuntamiento, el centenario edificio, amplio de balcones, alto y saliente de corredor y buhardillas, de sólida piedra que contrasta con llamativos azulejos, baldosas, columnas de metal, gruesos pies, vigas de madera, chimenea, y en ambos pisos simultáneamente, alto y bajo, escalera mediante, salas con un aire rústico y elegante, popular e íntimo, viste y revive la excelente trayectoria previa.
Restaurante La Mendiga
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Dirección: Calle Teodoro Cuesta, 1. Mieres
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Teléfono: 984 04 76 57.
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Cocina: José Antonio, Iván, Andrea, Marta, Angelina.
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Sala: Catalina, Ana, Andrea y Ricardo.
Ricardo incide mucho en lo del equipo que, por partes y al completo, da contenido a una Mendiga muy rica que gasta cocina de mercado y temporada, y que gusta del clasicismo refinado siempre enriquecido con creatividad. Sirvan de ejemplo la nube de pulpo, el recio pero llambión torrezno bravo, la ensaladilla de mar, el risoto de pitu y setas, el arroz frito con langostinos, el rodaballo a la plancha con espagueti negro, el taco de cochinillo con cebolleta glaseada, la costilla de angus y, según el momento, huevos rotos con langostinos, setas 'lengua de vaca' con yema o brioche de anchoa a la crema de Pría: la imaginación no mendica, da frutos.
Taco mejicano de costilla asada a baja temperatura
Ingredientes genéricos: Costilla de cerdo duroc. Adobo: orégano, tomillo, pimienta negra, soja líquida, mostaza antigua de Dijon, brandy, ajo, siracha, ají molido, sal.
1. Mezclamos y trituramos todos los componentes del adobo. 2. Obtenida una pasta densa, dejamos que macere 24 horas. 3. Embadurnamos generosamente la costilla con el adobo. 4. Seguidamente la envasamos al vacío y que cueza seis horas a baja temperatura (90ºC.). 5. Cumplido el tiempo, retiramos del horno la costilla y la desenvolvemos. 6. Toca ahora deshuesar la carne, desmigarla y porcionarla. 7. Doramos en plancha tacos mexicanos, y sobre el centro de cada uno depositamos una porción de carne desmigada. 8. Plegados los tacos, les ponemos de final un toque de salsa brava y un alioli de kimchi y siracha.
Sepa el buen comedor que las raciones satisfacen y compartir resulta factible y atractivo; sepa el bolsillo modesto que el total de la cuenta resulta asequible, y sepa el detallista cómo la amabilidad y la simpatía son marca de la casa: si Mieres es del Camino hacia San Salvador o hacia Payares, algunos nombres propios de su hostelería añaden al camino un casi obligatorio parada y fonda. Que aquí nacieran María Luisa García, Magdalena Alperi, Carmina Fernández o Queta Gutiérrez pesa y cuenta.
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