Lola Ortiz, de 'Supervivientes', de escapada en Gijón: «No me veo trabajando por 600 euros»

-¿Pero tú cómo has sabido que estaba en este hotel? Es que me parece muy fuerte...

A la misma hora en la que 'la abuela de Fuerteventura' salía de la cárcel, su paisana Lola Ortiz descansaba en el Hotel Costa Verde, el elegido para pasar sus vacaciones en Gijón y «desconectar un poco de Madrid».

Y no es para menos, porque la guapísima canaria -que ha venido a ver a una amiga a la que visita de cuando en cuando- acaba de convertirse en la 'sex symbol' del momento tras pasar por 'Supervivientes' y posar desnuda para la revista 'Interviú', una edición que se agotó en los kioskos de todo el país y en la que declaraba: «Ahora que tengo buena imagen, el guarreo no me va».

«En realidad, lo que yo quería decir es que 'Mujeres y Hombres y Viceversa', el programa en el que me di a conocer como tronista, ofreció una imagen de mí que no es la que yo quiero. Te encasillan, pero yo no quiero ser Lola la de 'Mujeres y Hombres', donde hay muchos peleles y mucha gente que va con su guión», aclara esta mujer que tampoco se empeña en negar lo obvio: «Evidentemente, me siento sexy, pero el guarreo no me ha gustado nunca y por eso no iría a programas en los que la gente se acuesta delante de las cámaras. Y también es verdad que ligo bastante, pero no con quien yo quisiera».

De hecho, su salto a la fama se produjo cuando «estaba estudiando segundo de Prótesis Dental en Granada», un ciclo formativo que alternaba con empleos como dependienta en tiendas de ropa. Entonces, un buen día, se dijo: «No me apetece ponerme a trabajar otra vez como una loca». Y escribió a la tele. Y se hizo famosa. Y se operó el pecho a pesar de que su madre le decía que estaba loca «con lo bonito que lo tenía».

«Lo único que hice fue rellenarlo porque había adelgazado y se me había caído un poquito. Ahora tengo una talla 95 y me han quedado supertiesitas», se ríe, «muy contenta» con el resultado de la intervención quirúrgica, pero con una advertencia clara a los jóvenes que se estén planteando seguir sus pasos: «Que nadie se piense que por tener un buen físico está todo hecho. Tienes que tener una personalidad que le guste al público y a la audiencia y una formación. Ya se sabe que lo de la tele es pan para hoy y hambre para mañana».

Por eso, Lola Ortiz, con su tatuaje de Marilyn en el brazo «y varios más en otras partes del cuerpo», piensa dedicar al próximo año a compatibilizar los bolos en discotecas, «en los que se gana dinero fácil y rápido», con las clases ahora abandonadas y algún que otro 'Sálvame'. «Hombre, no me veo trabajando en un laboratorio como protésica dental ganando 600 euros al mes, pero quizá sí siendo dentista en el futuro si sigo estudiando».

Pero, antes, toca disfrutar de Gijón y hacerse fotos con todo aquel que se le acerca: «He ido a la playa, he tomado sidra, saldré de copas... La gente en Gijón se corta más que en Madrid. Estoy encantada en Asturias».

Y, una vez descartado su romance con el torero Rafa Camino («solo somos buenos amigos») y de poner de los nervios a otros concursantes del 'reality' de la isla como 'Fortu', vocalista de Obús, o la estrella del porno Nacho Vidal («porque las mujeres somos capaces de sacar de quicio a cualquier hombre y lo saben»), hasta puede que encuentre el amor verdadero. «Aunque, eso sí, tiene que estar bien bueno», bromea quien se sabe «una provocadora». Y toca, sobre todo, aprovechar para relajarse, hacer turismo y leer junto al Cantábrico: «Ahora estoy con un libro que se titula 'Papillón'. Es sobre un tío que está en la cárcel... Bueno, todo muy fuerte».