Ismael Beiro, ¿posible candidato a la alcaldía de Cádiz?

Ismael Beiro no ha parado de hacer cosas desde que se convirtió en el ganador de la primera edición de 'Gran Hermano'. Además de giras como monologuista, creó una empresa de eventos, publicó el libro 'La vida es trading' y descubrió su pasión por el piano. Su fama fue inmensa y él mismo reconoce que quizás era demasiado joven para asimilar todo lo que le sucedió.

«A mí entonces me faltaba madurez para enfrentarme a lo que se me vino encima. Mis amigos me decían que me relajara y viviera el momento. Tenía mesa en cualquier restaurante, no hacía cola en ninguna discoteca y nos metían en privados para invitarnos a bebida… No era normal», comenta el gaditano a ABC. Sin embargo, asegura que no sacó provecho de su popularidad y siguió su camino: «Aprendí el valor del trabajo en todas y cada una de las etapas del proceso creativo, desde la redacción hasta la técnica. Me gusta fijarme en todo. Yo, cuando entro a un plató, quiero conocer a todo el equipo, no solo a los presentadores».

Ismael ha fichado a Euprepio Padula, un prestigioso asesor de liderazgo político para preparar su posible desembarco en la política local como alcalde de Cádiz: «La primera vez lo dije un poco como gancho para que me sacaran más destacada la noticia de mi libro, pero viendo la acogida que tuvo la idea, me lo estoy pensando. Me tomo el verano para decidirlo, aunque lo que tengo claro es que iría en una lista como independiente, rodeado de gente en la que confío porque sé que quieren lo mejor de la ciudad». Reconoce que ya tiene pensadas algunas cosas para programa electoral, que incluiría la declaración de Cádiz como Patrimonio de la Humanidad

En su vida personal Bieiro tiene dos hijos, Aurora, que cumple 5 años el 24 de mayo y Rodrigo, de 3. Reconoce que la conciliación es difícil pero en su casa se organizan y la responsabilidad es «compartida». « Si yo no puedo llevarlos al cole, lo hace ella; si está liada, los acuesto yo… Lo que no entiendo es eso de decir 'yo ayudo en casa' para ponerse una medalla», matiza el exconcursante.

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