Fiestas en su tierra. Jorge pasará las navidades en Huéscar, Granada, con «30 o 40 familiares». Jorge Brazález. R. C. E. C.

Jorge Brazález, ganador de 'MasterChef': «No soy de muchas mujeres»

Jorge Brazález confiesa: «En 2018 he aprendido a ser más templado. Me sobraba un poco de pasión»

ARANTZA FURUNDARENA

Domingo, 16 de diciembre 2018, 05:24

Oye, tú eres el de Manchester, ¿verdad?», le dice de vez en cuando alguna señora mayor... Y él, con esa sonrisa que es un anuncio de blanqueador dental, le contesta. «Sí, señora, el mismo, el de 'MasterChef'». Hay físicos que pesan como losas y el de Jorge Brazález es uno de ellos. Le ha tocado ser el guapo de la película, el Jon Kortajarena de los fogones. Y él intenta llevarlo con grandes dosis de naturalidad y una pizquita de narcisismo... Su Instagram es un homenaje a su agraciada persona, con 'selfis' hasta en el váter. «Voy a seguir subiendo fotos de ese tipo», dice en referencia al despampanante desnudo (de espaldas) que publicó este verano. «Y al que no le guste que no mire».

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Madrileño de nacimiento, granadino de infancia, cosmopolita por Formentera y universal gracias al fútbol, que le permitió vivir en nueve países de tres continentes, Brazález, de 29 años, es el ganador de la V edición de 'MasterChef', además del exnovio de la mediática Miri. Recuperado ya de aquella sonada ruptura, que él mismo aireó por las redes con un rotundo «Adiós princesa», el cocinero ha presentado esta semana una tapa inspirada en el proyecto Caleido, un nuevo espacio comercial, de ocio y restauración destinado a cambiar el 'skyline' de Madrid desde la que ya se denomina la 'quinta torre'. El complejo tiene prevista su inauguración en 2020 y espera recibir al año más de tres millones de visitas. «Sería un sueño poder abrir algún día mi propio local aquí», reconoce el exconcursante.

Su nueva tapa navideña es un carpaccio de cerdo ibérico marinado en soja, salsa Perrins y Martini, y acompañado de manzana confitada con canela, piparras en vinagre y queso Idiazabal. Un bocado que él defiende como «el entrante perfecto para un menú navideño, adecuadísimo para empezar a comer con un vino, frutos secos... Y huir un poco de lo de siempre: los canapés y los langostinos. Parece que la Navidad sin langostinos no es Navidad y hay que salir de esa tontería», reivindica. Para el chef Brazález, la cocina tiene que ser «natural y de toda la vida. Sin tonterías -recalca-. No podemos volvernos locos con algo tan elemental como el comer».

Tontería es una palabra que este granadino pronuncia a menudo, pero para desterrarla. «A través de la comida y de mi forma de hablar, intento inculcar la naturalidad y señalar las tonterías que tenemos que ir dejando. Si consiguiera grabar eso en las personas, creo que me sentiría muy satisfecho al final de mi vida». Habla el 'hippie' de Formentera, el menor de tres hermanos, el niño que creció jugando en la calle.

La fama le ha dado la vuelta a la vida a Jorge Brazález. «Pero yo estoy llevando las riendas y sigo siendo la misma persona», asegura. Niega ser un ligón empedernido. «No soy de muchas mujeres. Valoro la fidelidad y el respeto».

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