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Fiesta de San Juan en la playa de Poniente.

Gijón se purifica bajo el fuego de San Juan

Miles de personas participaron en la noche más mágica del año con las hogueras que ardieron por todo el concejo

Olaya Suárez

Miércoles, 24 de junio 2015, 01:27

Había tantas razones para celebrar la noche de San Juan como personas asistieron a las hogueras. Y fueron muchas. Para espantar los malos augurios, para atraer los deseos, quemar los apuntes de un curso que se cierra, celebrar la llegada del verano, purificar el alma o simplemente disfrutar de una de las noches más mágicas del año. Cada uno con sus propósitos, y todos con la intención de verlos quemar, miles de personas, familias completas, grupos de amigos o compañeros de trabajo, se reunieron en torno a las piras que ardieron por todo el concejo y cuyos rescoldos no se apagaron hasta el amanecer.

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La más multitudinaria fue la que se quemó en la playa de Poniente, que en esta edición se colocó más próxima al Acuario. El buen tiempo y las agradables temperaturas animaron a la gente a acercarse al arenal provistos de bebida, comida y ganas de participar en la fiesta con la que para muchos arranca la temporada estival de romerías y fiestas de prao. La folixa comenzó antes de la medianoche cuando los miembros de Andecha de Cultura Tradicional Na Señardá procedieron al enramado de la fuente de Pelayo, que entre la celebración del ascenso del Sporting y la noche de San Juan no gana para visitas y tributos.

Danza prima y gaitas

La hoguera comenzó a arder, puntual, en la medianoche, al mismo tiempo que se daban los primeros pasos de la danza prima y se entonaba aquello de «hay una galán de esta villa». El espectáculo pirotécnico previo y las actuaciones de las bandas de gaitas Villa de Xixón y Noega posteriores ponían el broche a una madrugada marcada por la tradición.

No fue la única hoguera en arder. Las llamas purificaron también La Camocha, Mareo, La Calzada, Ceares y Cabueñes, además de las pequeñas piras repartidas a lo largo y ancho del concejo organizadas por particulares.

En la zona Oeste la estrella fue la actuación de la orquesta Assia, que puso a bailar a los vecinos y a los asistentes. En la fiesta de Mareo, muy concurrida como viene siendo habitual desde hace años, fue la orquesta Dragón la que amenizó la velada y la que puso la banda sonora entre culete y culete , deseo y deseo y baile y baile. Hoy, día laboral, muchos acudirán a trabajar con menos horas de sueño, pero quizás con más cosas que contar.

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