«Fuimos unos adelantados a nuestro tiempo al investigar con células madre uterinas»

Román Pérez, catedrático de Fisiología de la Universidad de Santiago y jefe del Grupo de Endocrinología Oncológica en el Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CIMUS), es, junto a Francisco Vizoso, uno de los socios fundadores de Gistem Research. La empresa nació en Gijón hace tres años para desarrollar comercialmente aplicaciones terapéuticas a partir de células madre uterinas. Según un acuerdo firmado recientemente, Caja Rural de Gijón pasará a formar parte del accionariado de la biotecnológica con una inversión de 800.000 euros, cantidad que sufragará íntegramente el ensayo clínico de un tratamiento para el síndrome del ojo seco.

-Son punteros en la investigación con células madre uterinas. ¿Nadie les hace sombra?

-Cuando empezamos a investigar con ellas, hace ya más de seis años, comentaba que éramos unos adelantados a nuestro tiempo, porque proponíamos el medio condicionado y no las propias células como herramienta terapéutica. El tiempo nos está dando la razón porque las investigaciones apuntan por este camino. Creo que somos punteros a nivel internacional en el uso del medio condicionado de este tipo de células a nivel experimental y que también seremos punteros a nivel mundial en realizar un ensayo clínico. Estoy seguro de que a medio plazo también lo seremos como empresa biotecnológica.

-¿Son las células madre uterinas la gran esperanza en la medicina regenerativa?

-En medicina, en general, no nos gusta utilizar palabras muy rotundas cuando no tenemos la certeza de algo, pero existen investigaciones ya publicadas en revistas científicas y otras en curso que indican que las células madre podrían suponer un cambio en el concepto que tenemos actualmente sobre la medicina y los tratamientos de distintas enfermedades. Específicamente las células madre uterinas poseen características que las hacen especiales.

-¿Por qué son tan valiosas?

-Probablemente sea por la zona en la que se encuentran. El cérvix o cuello uterino es una zona clave, porque entre otras funciones es una barrera para aislar o proteger el feto de agresiones externas, como bacterias, virus, y hongos que se encuentran en la vagina.

-¿Cuáles son sus propiedades?

-Hemos comprobado que estas células, o específicamente lo que secretan al medio donde se cultivan, es decir, su secretoma o también llamado medio condicionado, poseen propiedades beneficiosas cuando se administra a células dañadas o alteradas. O, indirectamente, actúan sobre agentes que pueden dañar las células. Por ejemplo en el caso de heridas en ojo, en procesos inflamatorios, sobre células tumorales o neutralizando ciertos microorganismos como bacterias y hongos.

-Están estudiando su aplicación en el cáncer de mama más agresivo, el triple negativo, y también en el de ovario. ¿Cómo actúan estas células en pacientes oncológicos?

-Nuestros resultados han demostrado que, cuando se administra el medio condicionado de las células madre uterinas a células de tumores de mama, por una parte disminuye la proliferación celular y aumenta la muerte de las células tumorales. Pero también actúan sobre otros mecanismos del proceso tumoral, con una disminución de la capacidad migratoria e invasiva de las células tumorales, que es lo que les permite provocar metástasis. Estas investigaciones fueron realizadas utilizando células tumorales y tumores de pacientes in vitro, es decir, en el laboratorio, y también en ratones. Aunque sus resultados son esperanzadores, no se pueden extrapolar a un tratamiento en pacientes porque ya ha pasado muchas veces que resultados muy buenos en el laboratorio no son iguales al administrase a pacientes.

-¿Podrían ser de aplicación en cualquier otro tipo de tumores?

-Cada cáncer es distinto. Incluso dentro de un mismo tipo de cáncer hay diferencias. Sin embargo, tenemos datos preliminares que parecen indicar que puede funcionar sobre distintos tipos de células tumorales. Y lo que creemos que también es muy importante es que actúa también sobre las células que rodean a las células tumorales, como son por ejemplo los fibroblastos, que en algunos tipos de cáncer ocupan más volumen que las propias células tumorales. Estas células, que rodean y se mezclan con las tumorales formando la masa tumoral, son objeto actualmente de una investigación intensa porque se ha demostrado que ayudan al tumor a crecer y, en algunos casos, a producir metástasis.

-El próximo año comenzarán los ensayos clínicos de terapias a partir de células madre uterinas en pacientes con síndrome de ojo seco. ¿Cuándo esperan tener los resultados?

-No nos gusta mucho hacer predicciones porque siempre hay imprevistos, pero arriesgando un poco podríamos hablar de aproximadamente entre doce y dieciocho meses a partir de este mes de septiembre

-¿Son optimistas al respecto?

-Por supuesto, pero con cautela. Los resultados previos que hemos obtenido y publicado, tanto en células como en animales, parecen indicar que puede funcionar en pacientes.

-Aunque sea fiarlo a largo plazo, ¿cuándo podría estar disponible ya ese colirio?

-Es complicado saberlo. Hay que pasar distintas fases de ensayos clínicos y, dependiendo de muchos factores, se llegaría a su comercialización. Entre estos factores están el tiempo que lleve realizar cada ensayo y el análisis de los resultados. Y el dinero que se necesita para realizarlos, que a medida que se avanza cada vez es mayor. Gran parte de estos procedimientos solo se pueden realizar si existe un laboratorio farmacéutico que acompañe en el trayecto.

-¿Curará?

-No lo sabremos hasta que tengamos los resultados del ensayo.

-¿Será un medicamento caro?

-Dependerá de muchos factores que no están en nuestra mano. En cualquier caso, si logramos que llegue a medicamento esperamos que sea accesible a todos aquellos que lo necesiten.

-Para esta patología, la presentación del producto será en colirio. ¿Y para el resto de posibles aplicaciones, qué productos serían?

-En nuestras líneas de investigación existen varias patologías que queremos estudiar, y para cada una se utilizará la formulación adecuada. Está claro que no es lo mismo la administración de un fármaco en el ojo que en cáncer, en una candidiasis o en una enfermedad inflamatoria intestinal. Esperamos aplicar la tecnología farmacéutica adecuada para cada presentación, ya sea en forma de colirio, hidrogeles, nanocápsulas...