«En la segunda mitad del próximo año habrá mucha obra en Gijón»

-Acuerdo de concertación y aprobación del presupuesto en la misma semana. ¿Aliviados?

-Aliviados y contentos. Son pactos necesarios y buenos para la ciudad y, por lo tanto, buenos para el gobierno. Fijar con sindicatos y empresariado las líneas maestras para que a las empresas les vaya mejor, generar empleo estable y de calidad y apoyar al pequeño comercio es muy positivo. Además, permitirá iniciar una línea centrada en la recualificación profesional, que será una de las claves de presente y de futuro en el empleo. Y, por otro lado, tener presupuesto evita que todo se ralentice y te permite mostrarle ya a la ciudadanía cuáles son tus objetivos durante todo el año.

-¿En qué se ha diferenciado la negociación con Podemos-Equo de la que tuvieron en 2019?

-Primero, se negoció con personas distintas. Y valga como homenaje a Yolanda Huergo. Las personalidades son distintas, como pasa con cualquiera. Pero, además, Podemos vive un momento complicado en Asturias, con distintos posicionamientos dentro de la organización y esto tampoco creo que facilite las cosas. Es evidente que cuando hay dos corrientes que se enfrentan con cierta dureza, y cuando las distintas personas que están en lo institucional están posicionadas en distintos lugares, siempre se genera un poquito más de complicación. En general, diría que la negociación de 2019 fue más fluida. Más seguida. De hecho, gran parte de lo que se ha pactado es la propuesta que hizo el propio gobierno.

-¿En qué momento se plantaron y les dijeron 'es lo que hay'?

-Un punto importante fue cuando decidimos informar en rueda de prensa de lo que había, con transparencia. No se iba ya ni para adelante ni para atrás, y necesitábamos una respuesta. Estábamos dispuestos a negociar hasta un minuto antes del Pleno, pero hay que negociar con algo.

-¿Qué diferencia al programa Xixón Social de otros anteriores como la renta social o Mi Barrio?

-No tiene nada que ver. La renta social fua un auténtico fracaso. Podía ser renta, pero social no era. No se saben los criterios para asignarla a unos sí y a otros no, en la última convocatoria la daban por orden de llegada y dejando fuera a dos mil personas que podían tener más necesidades... Llamar a eso social es un insulto. Confundieron la política social con la comercial y no hicieron ni una ni otra bien. En tres años llegó a 330 comercios, cuando este año los bonos para el consumo han llegado a 881. Aparte, no había certidumbre sobre la cantidad, con cinco millones un año, luego bajaba a algo más de un millón... Xixón Social busca pasar de un modelo asistencialista a uno de intervención. Existiendo el ingreso mínimo vital y el salario social, lo que tenemos que hacer no es únicamente dar rentas, sino procesos que hagan que las personas salgan de esas etapas de vulnerabilidad. ¿Que tendremos que reforzarlos con dinero? Sí, claro. Pero no siempre es lo único que hay que hacer. Y para eso están las ayudas de emergencia, que ahora podrán cubrir otras necesidades como los tratamientos odontológicos u otros imprevistos que surjan. Incluso pueden servir para el pago de rentas.

-¿Aspiran a consolidar este programa en el futuro?

-Sí, porque lo importante es que vamos a redefinir cuáles son los servicios sociales que queremos para Gijón. Se potenciará la atención primaria social, con la contratación de ocho profesionales más, y además existe un compromiso de agilización. Lo que quiero que se entienda es que las ayudas de emergencia no son una mera convocatoria de ayudas económicas, sino un instrumento con el que cuenta el trabajador social para acompañar su proceso de intervención a una persona o una familia, porque en un momento enfrenta gastos extraordinarios que no puede cubrir. Y tiene que ser un instrumento rápido, flexible y ajustado a las necesidades de cada caso.

-Hubo una negociación paralela con Ciudadanos, centrada en el Muro. ¿Qué les ofrecieron?

-Les dijimos desde el principio que no veíamos simplemente una reversión del doble sentido en todo el Muro, quitando mañana mismo las jardineras, porque lo que necesitaba ver la ciudad era que empezaban a pasar cosas más definitivas. No un 'ahora quito y ahora pongo'. Sí hablamos de hacerlo entre Menéndez Pelayo y el Piles.

-¿Estaba al tanto Izquierda Unida?

-Sí, claro. Las negociaciones las llevaba la concejala de Hacienda, pero hablaba con cada concejalía de los asuntos que les competen. Y se habló tanto con el concejal de Movilidad como con el de Obras Públicas y proyectos de ciudad. ¿Si hubo posiciones diferentes? Sí, pero como las hay en otros temas. Hay propuestas, se hablan, se reformulan... Pero había un objetivo, que era conseguir un presupuesto. No voy a decir que hubiéramos dado cualquier cosa, pero era un objetivo muy importante y el mandato que tenemos es hacer todo lo posible por que lo haya.

-Una vez fracasada esa negociación, ¿qué harán en el Muro?

-Puesto que no se pactó, vamos a hablar con los grupos para presentarles las posibles soluciones, que es el compromiso que teníamos. En Obras Públicas ya se ha creado un equipo de trabajo para ir definiendo un proyecto.

-¿Habrá esa apertura parcial?

-Vayamos paso a paso. Ciudadanos consideró que no podía asumir esa propuesta y tampoco vimos absolutamente necesario seguir en ella. Ahora se trata de plantearlo a todos los grupos.

-¿Cuál será la primera inversión para 2022?

-Estamos haciendo ahora la planificación de toda la contratación. Espero que una de las primeras sea la reforma de Río Eo. Pero de forma inmediata también estará la adecuación del albergue de peregrinos, el arreglo de viviendas en Cimavilla... También estamos reformulando ya los proyectos para las obras de los barrios degradados, que estoy convencida de que arrancarán en 2022. Creo que, sobre todo en la segunda mitad del año, se va a ver mucha obra en Gijón. Y a las nuestras hay que sumar las del Principado. Estamos pidiéndole que inicie cuanto antes el colegio de Nuevo Roces y espero que una de sus primeras obras sea la ampliación del Hospital de Cabueñes.

-¿Qué margen de confianza le dan al Principado para repetir la licitación de esa obra?

-Toda. Es verdad que lo ocurrido fue un fiasco para todos, pero es un objetivo común y estoy convencida de que intentan acelerarla lo máximo posible.

-¿Veremos en 2022 un proyecto definitivo para Fomento?

-No, primero tenemos que abrir una negociación con la Autoridad Portuaria. Y seguramente será el gran proyecto para el siguiente mandato. No queramos morir de éxito haciendo todo a la vez. Ahora mismo entre las grandes actuaciones el objetivo es el Muro. Y también tenemos, con los fondos europeos, los proyectos para transformar La Calzada en una zona de bajas emisiones con más espacios estanciales, para reformar Cimavilla, para renaturalizar el río Piles, para crear corredores verdes que conecten zonas donde haya mucha confluencia de personas y lleven por por ejemplo a la playa de San Lorenzo... Ya nos han aprobado diez millones de euros y seguimos trabajando con el objetivo de ir al máximo en todas las convocatorias a las que podamos optar. Entre los compromisos está pedir dinero para rehabilitar Roces. Cuando conozcamos la convocatoria veremos qué nos dejan hacer ahí.

-Ha destacado la importancia del presupuesto para que el Ayuntamiento actúe como «motor y dinamizador de la recuperación». ¿Qué esperan de la iniciativa privada?

-Pues en este momento se están desbloqueando inversiones importantes en distintas zonas. En Fomento sabemos que la antigua sede de la Autoridad Portuaria va a albergar un hotel, que será una inversión importante y ayudará a reconfigurar la zona. Pero incluso vamos a vivir un momento muy interesante con cambios por ejemplo en la manera de construir casas, no ya para la venta, sino para el alquiler y con un nuevo concepto de convivencia, más colaborativas... Eso muestra que el propio sector de la construcción se da cuenta de que las ciudades necesitan cambiar y va a contribuir a ese cambio. Y aparte tenemos la ampliación del Parque Científico y Tecnológico, para la que estamos trabajando con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales con la intención de que colabore con nosotros. Aunque no está cerrado, las expectativas son positivas y supondría un antes y un después.

-El Principado empieza a aplicar restricciones en plenas navidades. ¿Peligra la Cabalgata?

-Espero que no. El objetivo es que la haya y es en lo que estamos trabajando. Está todo preparado para poder celebrarla y si la Consejería de Sanidad no nos lo prohíbe, la habrá.