Jesús Gutiérrez Rodríguez. Cónsul Honorario de México en Asturias y León. Deja el cargo tras once años de servicio diplomático en la oficina de Gijón
«Los asturianos emigrados han dejado una impronta especial en el desarrollo de México»El diplomático se despide de la región para emprender «un nuevo proyecto profesional en la Guadalajara española»
Tras once años al frente del Consulado Honorario de México en Gijón, Jesús Gutiérrez Rodríguez se despide de esta responsabilidad al abandonar la ciudad para ... iniciar una nueva etapa profesional en la Guadalajara española y hace repaso de esta etapa de servicio diplomático.
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–¿Con qué se queda de esta trayectoria de once años como cónsul honorario de México en Asturias y León?
–Ha sido una de las etapas más significativas de mi vida y un gran honor haber sido aceptado para servir, de forma desinteresada, a este extraordinario país. Durante este intenso período, mi tarea primordial fue brindar protección, asistencia y orientación a la comunidad mexicana residente, convirtiendo una oficina consular en un refugio de acompañamiento, solidaridad y resolución de dificultades. Pero también me llevo el haber contribuido a la colaboración entre los astilleros asturianos y los armadores mexicanos, así como de apoyar a los promotores de la recuperación del Museo de la Emigración y Archivo de Indianos de Colombres y la visita a Gijón del Cuauhtémoc, el buque escuela de la Armada mexicana, entre otras cosas.
–Asturias es una tierra con una histórica relación con México debido a diferentes etapas de emigración hacia su país. ¿Eso hace que los vínculos actuales sean especiales?
–Efectivamente. Los descendientes de asturianos y leoneses que emigraron en tantas oleadas a lo largo de los años han dejado una impronta especial en el desarrollo de México. Salieron de una región con gran atraso económico y aislamiento geográfico y encontraron una tierra extremadamente productiva y con grandes oportunidades para ese tipo de emprendedores abnegados y trabajadores. Aún hoy recomiendo, incluso a pequeñas empresas, las enormes oportunidades que México ofrece para hacer crecer sus negocios. Mantengo una absoluta confianza en la economía mexicana, en su divisa y en su fortaleza jurídica.
–¿Ha tenido mucho trabajo al frente de este consulado?
–Llegamos a tener tres empleados en activo, especialmente durante los periodos en los que emitíamos pasaportes. Actualmente, muchos procesos se han digitalizado y con ello ha desaparecido gran parte de la burocracia. El Servicio Exterior Mexicano cuenta con niveles tecnológicos muy avanzados y con grandes profesionales en las embajadas, que ofrecen un servicio muy apreciado, rápido y eficaz. La oficina consular cumple funciones más allá de los trámites administrativos de apoyo a la Cancillería. Es una auténtica ventana de México abierta a los connacionales residentes, a los retornados, a los viajeros y al público en general, que cada vez demanda más información sobre un país con una riqueza cultural y una personalidad tan atractiva.
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–A partir de ahora, ¿a qué oficina deben dirigirse los mexicanos que residen en Asturias y León?
–Personalmente, estoy colaborando con la Embajada en la valoración de candidatos que puedan tomar el relevo en la oficina. No dudo de que pronto contaremos con un nuevo cónsul, pues no en vano hace más de 200 años que existe consulado honorario en Gijón, con diferentes funciones a lo largo del tiempo. No deja de ser significativo que el 'exequatur' que nos otorga Su Majestad el Rey mencione textualmente que el cónsul debe ser «árbitro en las controversias entre gentes del mar…».
–¿Cuando llegó a Asturias pensaba que al irse los dos principales equipos de fútbol de la región estarían en manos de capital mexicano?
–Me hace muy feliz esa circunstancia. Es admirable el éxito que los empresarios mexicanos están imprimiendo en la calidad del fútbol asturiano y cómo el público los ha recibido con una ilusión renovada. Son excelentes gestores, con inteligencia y capacidad de trabajo, que avanzan de la mano. Les auguro muchos años de éxitos.
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–Desde su visión personal, ¿ha cambiado mucho Gijón en estos once años?
–Gijón tiene asignaturas pendientes, no muy diferentes a las del resto de España y que no se resuelven fácilmente. Sin embargo, es una ciudad maravillosa, al igual que sus habitantes. Hemos tenido una acogida extraordinaria, tanto en Gijón como en Oviedo durante los primeros años. Mi agradecimiento a sus alcaldes y a los profesionales que nos acompañaron.
–¿Qué hará a partir de ahora?
–Abro ahora una nueva etapa profesional viviendo en la Guadalajara española. Allí desarrollo un proyecto de promoción inmobiliaria de cabañas turísticas en el maravilloso paraje del Embalse de Entrepeñas, en la Alcarria.
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