Carril bici, ciclocarril y un arcén peatonal para la salida hacia el oeste del Camino de Santiago

En la avenida de la Argentina se construirá un nuevo tramo de carril bici que partirá desde la estación de bicicletas eléctricas que hay frente al edificio de Cristasa –dando continuidad al que llega hasta ahí a través del parque y la calle peatonal Arquitecto Miguel García de la Cruz–. A lo largo de 260 metros, hasta el cruce con la calle Manolo Quirós, discurrirá por la acera del lado de los portales impares aprovechando la «gran amplitud» de los espacios peatonales. Lo hará por la parte más próxima a la calzada, junto a la zona de árboles y farolas. A partir del mencionado cruce, y hasta la entrada a la carretera de la Campa Torres, sobre la calzada se señalizará un 'ciclocarril' con la velocidad para el tráfico limitada a 30 kilómetros por hora.

Aunque a partir de ahí el trazado original del Camino de Santiago discurre por la carretera de Avilés, por las dificultades para acometer mejoras en ese tramo, y dado que están pendientes las obras de desdoblamiento de la GJ-10, se habilitará un trazado alternativo por la carretera de la Campa Torres, donde el actual arcén peatonal –que ahora solo está separado del resto de la calzada por pequeños resaltes 'sonoros'– se diferenciará claramente con un pavimento de color amarillo –con un acabado impreso que simulará una calzada empedrada– y quedará protegido del tráfico por bolardos de madera.

Tras aproximadamente un kilómetro, la ruta tomará un desvío para continuar por el camín de la Cuesta, donde se habilitará también un arcén peatonal que reducirá el espacio para vehículos a un único carril que se podrá usar en doble sentido. En este caso no habrá bolardos de madera, para poder ocupar la zona en caso de que se crucen dos coches.

Los peregrinos desembocarán en la estación de tren de Veriña, desde donde cruzarán las vías por la pasarela, pasarán bajo la AS-19 y seguirán con un arcén peatonal destacado y protegido ya por el itinerario oficial rumbo a Poago. En el Camín de Poago a Veriña, a la altura de las Casas de Robustiano, el estrechamiento de la calzada que se producirá en una zona ya de por sí angosta se solucionará con semáforos inteligentes que darán paso alterno a los vehículos en uno y otro sentido.