Por fin en casa
Con gran impresión del público gijonés regresaron a la villa los soldados del reemplazo de 1919 destinados a la guerra de África
Su vuelta se había llegado a convertir en reivindicación social; en manifestación casi política. Por eso, cuando por fin los soldados del regimiento Tarragona del ... reemplazo del 19 regresaron a casa, en Gijón les aguardaba una auténtica multitud. «No eran solo las familias de los repatriados quienes tomaban parte en aquel vivo y entusiasta saludo de bienvenida en El Musel y por las calles gijonesas», dijo EL COMERCIO, en un reportaje ilustrado en tercera plana como no abundaban hace 100 años. «Era el pueblo en sus diferentes clases sociales que quiso con sus ovaciones, con sus vítores, con su agitar de pañuelos, mientras el desfile se efectuaba, reflejar su complacencia al verlos volver a los hogares donde renacieron ayer las alegrías».
Publicidad
Recordarán nuestros lectores que el deseado advenimiento vino casi seguido a la despedida de casi 400 soldados más que, hacía apenas unos días, habían partido a África. A estos no les esperarían, afortunadamente, tragedias de la magnitud que les había tocado vivir a los del 19. Pero eso quedaba atrás. Ahora lo importante era volver a casa; desembarcar, antes de las ocho de la mañana, en El Musel, al compás de los vítores y de «las voces incoherentes, de alegría (...). Los soldados echaban al aire los gorros; los soldados se abrazaban a la gente: a la madre, que pasó en rezo negras noches, largas como siglos; al padre, que en su silencio de hombre supo morder las angustias del corazón; a la esposa, que en amable recato, sostuvo el triunfo de su fidelidad».
Recorrieron las tropas los jardines de la Reina; Marqués de San Esteban y la calle Corrida; les tiraron flores en el Boulevard y no cesó de haber gente hasta la llegada al cuartel de Alfonso XIII. Allí, según se decía, el público «había asaltado todas las dependencias y el patio, continuando las ovaciones, los vítores, los abrazos». Y la fiesta siguió toda la tarde en las calles, en los balcones, en los teatros; como también toda la vida, mientras se alejaba en El Musel, dejando atrás Gijón las fuerzas del Regimiento Sicilia, el 'Marqués de Campo'. El buque que, por fin, había traído la felicidad.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión