Celebración cara al sol

A la mañana, religión; a la tarde, política. Se celebraron en Gijón, hace 75 años y un día, los fastos de los llamados 'Día de los Caídos' y 'Día de la Fe', coincidiendo con el 14 aniversario de la fundación de la Falange, y EL COMERCIO lo contó tal día como hoy. Ese día, en nuestra ciudad, también aprovecharían «los familiares de los Mártires que sufrieron prisión en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús» para celebrar «los actos del último día del Triduo a la memoria de esos caídos». Empezó el tinglado con una misa de réquiem en el Sagrado Corazón, a las diez y media, «a la que concurrieron autoridades y jerarquías, así como muchos fieles de uno y otro sexo y los referidos familiares de los Caídos». Un acto religioso, sí, pero también político, ya que quien presidió la ceremonia no fue otro más que el señor Llorca, a la sazón jefe accidental del Movimiento, «quien tenía a su derecha al alcalde don Mario de la Torre» y otros tantos representantes de la autoridad.

Y más de tarde. A las siete y media, cayendo ya la noche, los actos se trasladaron al Hogar de las Falanges Juveniles, donde «se concentraron afiliados al SEU y encuadrados de las Secciones de Enseñanza y Trabajo, para rememorar en este día aquel 29 de octubre del año 1933». Se dio lectura, primero, al discurso fundacional de la Falange, a cargo del Asesor de Formación Política de su filial gijonesa. « A continuación se procedió a la lectura de los nombres de los camaradas del Frente de Juventudes (...) a quienes se propone para militares de movimiento. Más tarde se hizo entrega a los instructores elementales del Frente de Juventudes de un obsequio de la Jefatura Central de la Sección de Enseñanza». Solo cuando todo lo anterior acabó, Julián Elisburu, delegado comarcal del Frente de Juventudes, «leyó un interesante artículo versado en el tema 'Recordatorio y Contraste'». Todo, por supuesto, entre aplausos y felicitaciones: era día de fiesta y solaz. Primero misa, después política y para rematar, como no podría ser de otra manera, la exaltación de las convicciones por medio de la canción: sonaron el 'Himno de las Juventudes' y, claro, el 'Cara al Sol'. Los tiempos.