Coronavirus en Asturias | «Reaccionamos rápido y bien ante los contagios; ahora hay que trabajar», dice el dueño de La Buena Vida

«Estamos deseando poder volver a bailar en La Buena Vida». Paco García (París, 27 de febrero de 1975) es el dueño de este establecimiento que reabrirá sus puertas mañana. Tres de sus 39 profesionales dieron positivo en la COVID-19 y, hasta ayer, los afectados por este brote se elevaban a 16 casos. García asegura que actuaron «rápido y bien» para atajar más contagios y cuenta, para EL COMERCIO, cómo vivieron esta situación.

-¿Cómo se encuentran?

-Ahora ya estamos con muchos ánimos porque pensamos que tenemos seguro la reapertura sea este jueves. Estamos haciendo una desinfección del local.

-¿Cómo empezó todo?

-Unos clientes de Madrid, de Oviedo y una chica de Mieres estuvieron tomando algo en una mesa el jueves 23. Ese mismo día creemos que se contagió el encargado del local, que estuvo trabajando desde ese jueves hasta el domingo, porque el lunes llamaron los clientes de Madrid a los de Oviedo y estos últimos contactaron con el encargado para comunicarle que dieron positivo en coronavirus. El encargado un día se fue a Madrid y cuando regresó se encontraba mal. Le mandamos hacer la PCR y el miércoles 29 por la mañana dio positivo. Creemos que fueron los de Madrid los que produjeron los contagios de la COVID-19.

-Ese miércoles decidieron cerrar el local temporalmente.

-Sí, decidimos cerrar a las 21 horas para activar el protocolo. Llamamos a Salud y no nos dijeron en ningún momento que cerráramos. Decidimos hacerlo y al día siguiente mandamos a hacer PCR a los empleados. Tras esto, dos más dieron positivo y el resto negativo. Tres contagiados de 39.

-¿Cómo lo vivieron?

-Nos tocó a nosotros, pero llevamos viviendo el virus desde el mes de marzo. Esto se nos vino todo encima: hablar con la Consejería de Salud, con los clientes, con los contagiados, tener que hablar con la plantilla porque la empresa iba a cerrar. Hemos reaccionado bastante rápido y bien y atajamos con Salud que no hubiera más riesgo de contagios.

-¿Por qué deciden reabrir?

-Viven 39 familias de este local. Hay que empezar a trabajar porque sino el establecimiento caería en la ruina. Calculamos que salvo los tres empleados que dieron positivo en el inicio, y otros que son contactos estrechos, se van a reincoporar alrededor de 30 profesionales. El lunes y el martes (ayer) se hicieron las segundas PCR al resto de la plantilla. El resultado de la mayoría es negativo, estamos esperando a conocer los demás.

-¿Se va a poder bailar?

-Ahora no. Por esta situación, tenemos puestas mesas en medio de la pista desde que reabrimos hace meses. Estamos deseando poder volver a bailar en la pista. Tenemos gel hidroalcohólico en todo el local, a la entrada se toma la temperatura, y el personal de seguridad controla además el aforo y el distanciamiento social.

-¿Algún mensaje?

-A nuestros clientes decirles que siempre ha sido un lugar seguro. Nos hemos levantado de muchos problemas y este es uno más. Y a Otea decir que no recibimos por su parte ni una sola llamada preocupándose por la situación.