«En cuanto me di cuenta de que estaba en apuros, fui a sacarla sin dudarlo»

La corriente de salida 'La Cantábrica' -ubicada entre la rampona y la iglesia de San Pedro- jugó el domingo una mala pasada a una bañista no experimentada en la playa de San Lorenzo. Sucedió a las nueve de la mañana. Una mujer de unos 60 años se introdujo en la mar con una boya portátil -baliza flotante que suelen utilizar los nadadores de larga distancia en la mar para dejarse ver por las embarcaciones- y un sombrero de playa. «Verla con ese equipo entrar al agua mientras nosotros nos bañábamos me chocó bastante», cuenta Gonzaga García, habitual bañista de la rampa 2 de la playa de San Lorenzo.

Gonzaga y su pandilla de baño entraron al agua unos minutos más tarde que la mujer. «Como me extrañó verla sola, la verdad que estuve todo el tiempo mirando por si levantaba los brazos pidiendo auxilio», cuenta el improvisado rescatador. Mientras tanto la mujer se veía arrastrada por la corriente sin apenas darse cuenta.

Terminado el baño, los bañistas comenzaron a cambiarse en la rampa sin perder de vista a la mujer. «Fue un caminante que venía de San Pedro quien nos confirmó que la mujer estaba en apuros a la altura de la escalera 'La Cantábrica'. Como todos mis compañeros ya estaban cambiados, no dudé en volver al agua a por ella», cuenta Gonzaga.

Minutos más tarde ya estaba con la bañista. La mujer, agarrada a la boya, estaba muy nerviosa. «La corriente no le dejaba moverse hacia ningún lado. Con la ayuda de dos surfistas conseguimos sacarla de ahí. No fue fácil porque la mar esta tirando mucho», relata.

Cabe recordar que Salvamento aconseja, en situaciones de este tipo, no nadar en contra de la corriente y sí en paralelo a la playa.

Temas

• Playa de San Lorenzo