«Es una tontería que se tenga que hacer un curso para tener perro»

«Si realmente quieren hacer algo por los animales se deberían centrar en otras cosas». Así es como resume Sara Escudero - dueña de la peluquería canina del mismo nombre en la calle Daniel Cerra- su opinión sobre la nueva Ley de Bienestar Animal. Se trata de un tema que ha colmado la prensa y la opinión popular de cualquier español que tenga mascota desde su aprobación en el Congreso y la posterior publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOPA).

Los asturianos no se han quedado atrás en opiniones, siendo Gijón una de las ciudades españolas registradas con más mascotas por número de habitantes en 2022 (42.773 animales), incluyendo perros, gatos y especies exóticas de todo tipo. La nueva normativa pretende regularizar y proteger «el bienestar de los animales de compañía» aunque, según algunos, «no se ha pensado debidamente».

Tal es así que los locales y tiendas especializadas en mascotas mantienen un abanico particular de opiniones respecto a la nueva ley, la cual abarca varias aspectos y todo tipo de animales, pero que levanta ampollas en ciertos casos, coma el tener que sacar un curso de formación para la tenencia de animales. «Es una tontería que personas que llevan años con una mascota ahora tenga que sacarse un curso», protesta Escudero. «Sé los cuidados básicos, llevo con un animal toda mi vida, ¿ahora tengo que hacer un cursito tonto para decir 'sí, soy apto'?», apostilla.

Coincide en quejas Bernardo Ortega, dueño de la recién estrenada tienda La Compañía, en la calle Cabrales, quien lleva cinco meses aconsejando a la clientela en temas de alimentación canina. «Esta ley está hecha a remiendos y tiene muchísimas lagunas», resalta este propietario, «sobre todo el tema de los perros, que algunos estén dentro, protegidos, y otros no». Su reflexión se basa en lo «ilógico» que resulta dejar fuera de una normativa de protección precisamente a los que «deberían estar cuidados»: los perros de caza.

La exclusión de estos animales en la nueva ley es uno de los puntos que más se ha criticado a nivel popular y en el que coinciden ambos locales -Peluquería Canina Sara Escudero y La Compañía- como ejemplo ilustrador. «No está pensada desde todas las partes necesarias», medita Ortega, quien teme que la nueva normativa dé «más problemas que beneficios». Asimismo, la venta de animales parece no verse afectada según el criterio de Iván Lanza, dueño de La Iguana -local con 30 años de experiencia en el sector-, quien considera que la nueva ley «no aportará cambios significativos» y simplemente se añadirán registros. «Me parece bien que algunas especies peligrosas se controlen, me refiero a serpientes venenosas y demás, por si hay algún tipo de escape», declara.

Opina lo mismo con la compra de animales, justificando la identificación de las mascotas como un plus en caso de que «aparezca abandonado o maltratado porque habrá registro de quién lo compró», añade el propietario. La diferencia radicará en la prohibición en tienda de vender perros, gatos -que «prácticamente no podíamos antes», informa- así como hurones, pero sí se podrán pájaros, peces, hámsteres y tortugas.

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