'Elogio del Horizonte', el arte de no envejecer
Proyecto de restauración. El programa InnovaConcrete permitirá aplicar a la escultura de Chillida materiales de vanguardia para que resista el paso del tiempo
Fue la mayor obra de hormigón que salió de la mente y manos de Eduardo Chillida. Conectado con la tierra, a orillas del mar, donde el viento entra ululando por sus recovecos, se erige el 'Elogio del Horizonte', emblema de Gijón donde los haya. Hace treinta años –la efeméride se cumple mañana– que el escultor donostiarra hizo magia en el cerro de Santa Catalina envolviendo y conteniendo el espacio a partes iguales con su pieza; creando un monumental abrazo hormigonado capaz de dar calor a toda una ciudad. De servir como refugio.
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Decía el pintor alemán Hans Hofmann que «sentir lo invisible y ser capaz de crearlo... Eso es arte». Y la vocación de toda obra de arte es durar en el tiempo, no envejecer. Con esa máxima, el 'Elogio' se encuentra inmerso en un proyecto de restauración por el que recibirá un tratamiento de vanguardia, con nuevos e innovadores materiales que permitirán sanear la estructura.
Una especie de traje a medida para garantizar su futuro y que lo sigan disfrutando las generaciones venideras. Forma parte del Proyecto Europeo InnovaConcrete, gestado en la Universidad de Cádiz y dotado por la UE con 6,89 millones de forma global, pues abarca varias obras, dirigido a la conservación de obras monumentales de hormigón, que considera «el patrimonio cultural más relevante del siglo XX».
El proceso se puso en marcha en mayo de 2018 y sería este mismo año cuando concluiría. Eso si no hubiera habido contratiempos, pero el coronavirus se ha colado también en este plan y no será hasta 2021 cuando finalice la actuación. Así lo cuenta Luis Chillida, presidente de la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce y séptimo de los ocho hijos de la pareja. «Tenía reserva en un hotel de Gijón para el 16 de marzo con un equipo italiano para la limpieza de la superficie, pero fue imposible ir». Para él, poder desarrollar este plan es un regalo, «supone un gran desembolso, buscar las soluciones más adecuadas para que podamos disfrutar de la escultura muchísimos años más». Entremedias, un laborioso y complejo trabajo para detectar cuáles son los focos más debilitados, dónde y cómo actuar.
En la primera fase, con el 'Elogio' rodeado de andamios, se procedió a la toma de muestras y análisis del estado del hormigón de la escultura gijonesa por parte de cinco miembros del estudio de arquitectura Guadiana, de Madrid, con Lorenzo Fernández-Ordóñez como responsable, hijo del ingeniero que colaboró con Chillida en varias de sus grandes obras, como el 'Elogio'. Testigos y lascas que, tras ser estudiados, revelaron cinco meses después que la pieza de Chillida es víctima de un «ataque de cloruros».
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Por culpa de estos elementos, «las barras de acero se oxidan, se expanden y rompen las caras del hormigón». En su formación influyen varios factores, entre los que Fernández-Ordóñez destaca «la niebla salina y la fuerte agresividad de las industrias», unidos a la alta porosidad del material utilizado en la construcción de la escultura. «Tiene una gran capacidad de absorción, lo que hace que estos productos penetren con más facilidad». El problema, no obstante, está muy localizado y afecta solo a las partes donde las barras de acero están más próximas a la superficie.
No corre peligro estructural, pero la clave está ahora en aplicar la medicina adecuada. InnovaConcrete ha permitido realizar un estudio en profundidad con los mejores expertos, científicos y laboratorios de Europa, todos ellos a disposición del 'Elogio', «con medios muy superiores y tecnologías poco habituales». Todo ello condujo a acotar a tres los productos que se emplearán: «Dos tipos de morteros protectores sobre las zonas que tengan desprendimientos y un superhidrofugante».
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Siete proyectos europeos
La elección del monumento gijonés para este programa supone su reconocimiento como una de las piezas más destacadas del patrimonio europeo del llamado 'hormigón histórico'. El 'Elogio' figuró así junto al Instituto Torroja (Madrid), el Centennial Hall y la estación ferroviaria de Varsovia (Polonia), el Memorial de guerra y el Palazetto dello Sport (Italia) y la fortaleza de Kaunas (Lituania).
Cuando todo acabe, el resultado no será un 'Elogio' con un aspecto inmaculado. No era esa la idea de Chillida; él quiso expresar con el hormigón la creación de una roca en la naturaleza en la cual el paso del tiempo dejase cicatrices. Cuando todo acabe, el 'Elogio' seguirá allí, más fuerte, para resistir al menos treinta años más.
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