Los Campos Elíseos, en Gijón.
1897. Hace 125 años.

Engalanando Los Campos

Habría Exposición Regional en Gijón y el Ayuntamiento ya había elegido ubicación. Esa fue una de las noticias del día, pero hubo más

Martes, 8 de noviembre 2022, 00:51

Llevaba tiempo pensándose en celebrar una Exposición Regional en Gijón y, al parecer, el momento había llegado. Esa fue la noticia más destacada de todas ... las que dio EL COMERCIO de hace hoy 125 años: tras una reunión celebrada en el Ayuntamiento, «a la que concurrieron más personas que a otras reuniones anteriores», se decidió que el evento se celebraría en Los Campos Elíseos, «a los que se añadirán en una gran extensión los contiguos, pertenecientes a los herederos del señor Morán, con lo que el espacio para edificios, jardines, paseos, espectáculos y demás será muy amplio, muy cercano a la población y de excelentes condiciones de salubridad» -algo not an común en la época-, «reuniendo además la ventaja de tener agua abundante y de hallarse cerca de la fábrica de gas y electricidad, por lo que la instalación del alumbrado no será ni costosa ni difícil».

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Cosa curiosa fue que el anuncio salió antes de que al consistorio, liderado por Dimas García Cuesta, le diera tiempo siquiera a entenderse con los propietarios de los terrenos afectos. Habrían, en los siguientes días, de apañarse los próceres para ver «los precios y condiciones en que las fincas puedan ser cedidas para el objeto indicado». Y ya estaba encargada «la confección de varios planos de los terrenos elegidos, para que, en vista de ellos, puedan hacerse bocetos de los edificios y elegir el que parezca más conveniente».

Un proyecto a futuro ilusionante, pero eso: a futuro. Más inminente era la colocación del «segundo de los cañones de 47 toneladas que han de ser embarcados próximamente con destino a la plaza de Ceuta» en el muelle de Santa Catalina, o el abandono del Boulevard, «sobre todo en los días festivos, respecto al alumbrado, pues es sabido que en dichos días se hallan cerrados la mayor parte de los establecimientos,, y no se ve ni gota». ¿Habría sido la falta de iluminación la causa, por cierto, de que un carro cargado de madera y conducido por un caballo volcara en la subida «de la cuesta llamada del 'Cholu'»? Pudiera ser: no hubo, eso sí, que lamentar más desgracias que ciertas erosiones en la cabeza del carretero. Y así.

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