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Los terrenos de la estación intermodal. José Simal
Proyecto de la estación intermodal en Gijón

La opinión de los vecinos de Moreda y el Polígono sobre la estación intermodal: «Tienen que hacer una losa en condiciones»

Recelan del diseño de la cubierta con rampas y escaleras y reclaman un «equilibrio» entre edificios y parque para no generar espacios del miedo-

Marcos Moro

Gijón

Jueves, 2 de mayo 2024, 20:44

Vecinos, comerciantes y hosteleros de El Polígono y Moreda, los dos barrios que están llamados a mejorar su conexión cuando se ejecute el proyecto de la estación intermodal, se debaten entre el escepticismo y la confianza tras el impulso dado al plan de vías tras la reunión del consejo de Gijón al Norte. Lo que más les preocupa a ambos vecindarios es el diseño de la losa que muestran las imágenes presentadas por Adif el pasado lunes, las cuales dibujan un entramado de rampas y escaleras para acceder desde la calle a las pasarelas transversales sobre la futura estación. Tal y como adelantó EL COMERCIO, la diferencia de alturas entre Sanz Crespo y el espacio ajardinado sobre los andenes obligará a subir más de cuatro metros para cruzar hasta el parque de Moreda.

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Lina Gómez, frutera de El Polígono. José Simal

Lina Gómez, frutera de El Polígono, considera que «aún será difícil y costará más tiempo» pero la construcción de la estación intermodal, que para ella es como «un sueño», acabará llegando y su beneficios se dejarán sentir no sólo para la movilidad del conjunto de la ciudad, sino también para las negocios y las pequeñas tiendas de barrio como la suya. Ella asegura que es partidaria de que en los terrenos del plan de vías gane más espacio el parque y reduzcan su protagonismo los edificios para «disfrutar del paisaje y la naturaleza». Eso sí, garantizando una «correcta iluminación» en la zona para no crear espacios inhóspitos y desolados.

Fernando Trujillo, propietario del restaurante Bovino. José Simal

Fernando Trujillo, propietario del restaurante Bovino, un local muy próximo al Palacio de Justicia, señala que «la estación es un proyecto por el que la ciudad espera desde hace más de 20 años y que traerá crecimiento económico como punto principal de llegada y salida de viajeros, lo que repercutirá positivamente en hoteles y negocios del entorno». El empresario asegura que es un gran amante de los parques, pero considera que en el'solarón' y su prolongación debe haber «un equilibrio» entre zonas verdes y edificación para que se garantice la presencia de usuarios.

Francisco Huerta y Víctor Iglesias, jubilados vecinos de la zona. José Simal

Francisco Huerta y Víctor Iglesias son dos amigos jubilados septuagenarios. El primero reside en Moreda y el segundo en El Polígono y comparten la afición de reunirse a charlar mientras hacen gimnasia en los aparatos para mayores del parque de Moreda. Francisco pide para comunicar los barrios «una losa en condiciones» y que «las rampas y escaleras» que diseñen para salvar la diferencia de cotas entre el parque de la estación y las calles colindantes «puedan ser usadas por todas las personas sin dificultad» . También pide rentabilizar el suelo del plan de vías con el desarrollo de edificios para abaratar los costes de las obras ferroviarias y trece plantas le parece una altura adecuada. Tanto él como Víctor reclaman la construcción urgente de plazas de aparcamiento en ese ámbito de la ciudad, algo que ya se prevé en el proyecto de la intermodal. «Se puede poner guapa la ciudad, pero también compensar por los estacionamientos que se pierden», anotan.

Yuly Martín, gerente de la tienda de comida para llevar Del Llar de Moreda. José Simal

Yuly Martín, al frente de la tienda de comida para llevar Del Llar de Moreda, también reclama «una combinación equilibrada de viviendas y parque para que no dé miedo a pasar por esa zona por la noche» y defiende una comunicación para los barrios del Polígono y Moreda que «no suponga mucha fatiga por exceso de escaleras y rampas y que tenga en cuenta a las personas de movilidad reducida».

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Avelino Rodríguez, propietario de la sidrería y marisquería Poniente. José Simal

El propietario de la sidrería y marisquería Poniente, Avelino Rodríguez, considera que llegados a este punto «es normal que la gente dude de que se vaya a construir la estación, porque ya se han conocido varias propuestas e incluso ubicaciones distintas en más de dos décadas». Como empresario que es considera que no «se puede perder la oportunidad de construir edificios en el mejor suelo disponible que queda en Gijón para obtener un rendimiento económico y que se reduzca así la carga de construir la estación y sus obras complementarias». No le parece tampoco mal la talla de trece plantas para las nuevas promociones inmobiliarias en ese ámbito, pero pide que se dispongan a una distancia suficiente unas de otras para no generar un efecto barrera.

Desde las asociaciones vecinales de ambos barrios las impresiones no están exentas de crítica. Charo Blanco, presidenta vecinal de Moreda, señala que su directiva considera que «no deja de ser otro proyecto más en un sinfín de ellos; no tenemos muy claro que sea el definitivo». Y entre las pegas principales objeta que «no elimina la barrera ferroviaria ni resuelve el tridente». «La idea de construir viviendas, si es a costa de que no haya pública en el número que a Gijón le urge tener -recordemos el grave problema con las VUT que empuja a un precio de alquiler enloquecido) o de desaparecer el parque del Tren de la Libertad, tan necesario en esa zona, lo vemos mal», afirma. «Ojalá, sea cual sea el proyecto, se lleve a cabo pronto, porque es de vergüenza la falta de estación que tiene la ciudad más grande del Principado de Asturias».

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«No se puede ser cicatero con una inversión de este nivel ni hacer una obra de esta envergadura para trasladar un problema 300 metros más al sur». Manuel Cañete, presidente vecinal de El Polígono, indica que «hasta que no tengamos un nivel de detalle con planos y secciones no vamos a opinar sobre la integración urbana del proyecto». Sobre las infografías presentadas apunta que «parecen mostrar que todo estará en plano y transitable, pero no es así. La fachada de la estación pasa de los 9 metros de altura y la semitechumbre de los andenes estará por encima de los 5 metros sobre la vía de Sanz Crespo. Esto quiere decir que habrá rampas para pasar de un barrio a otro y lo que hay que ver es cómo se resuelven», remarca.

Imagen de esta mañana de la estación provisional en Gijón. José Simal

Para Cañete está claro que la solución planteada« no resuelve la integración entre barrios ni el problema del tridente ferroviario». Además el dirigente vecinal tiene dudas sobre cómo se pasará del Polígono a Moreda cuando esté en marcha el aparcamiento disuasorio de la avenida Portugal y en funcionamiento la nueva sede de la Policía Local. «Ahora mismo los vecinos pasamos por una pasarela peatonal de un barrio a otro, pero en el futuro parece que además habrá que cruzar una avenida como Sanz Crespo», señala.

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En cuanto al modelo edificatorio, sin conocer la propuesta final que se reflejará en el futuro convenio, Cañete opina que «se aleja de lo que Foro prometió y se ha dicho en debates públicos». «Es cierto que hay un acuerdo entre administraciones para aprobar una propuesta , pero mantener el 50% de la edificación me parece excesivo y además todo indica que no será vivienda pública lo que se haga en esa zona, sino segundas residencias y viviendas turísticas, lo que requiere otro debate», apostilla. El presidente vecinal de El Polígono estima que si no se produce adelanto electoral será en el entorno de 2027 cuando se volverá a hablar de fechas para primeras piedras de la estación.

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