«Las fiestas consiguen unir a la familia»

Somió, Ceares y Caldones vivieron ayer una jornada festiva en la que vecinos y visitantes disfrutaron de diversas actividades a lo largo de todo el día. Pese a la lluvia de la mañana, los vecinos no se resistieron a celebrar las romerías del Carmen y de Santiago, y abarrotaron los praos en los que se celebraban las fiestas.

Somió empezó a las nueve de la mañana su programación con una alborada que recorrió los diez barrios de la parroquia al ritmo de las gaitas y los tambores. Continuó a las once con el desfile de tractores engalanados que pasearon por los caminos de la parroquia. Al mediodía se celebró la misa y, una hora más tarde, la procesión de la Virgen del Carmen, a la que muchos vecinos siguieron emocionados hasta la plaza de Villamanín y de regreso a la iglesia.

Cuando terminó la procesión, los socios recogieron 'la xarra y el bollu'. Paula Abad, vecina de Somió, relataba mientras esperaba su turno: «No recuerdo un año de mi vida en que no haya venido a recoger la jarra. Además, es costumbre coleccionarlas y tenemos guardadas en casa las de todas las ediciones».

Mientras los socios recogían el bollo, otros muchos vecinos escanciaban sidra entre su familia y amigos y celebraban un día «muy especial para la parroquia». Alejandro Peña explicaba: «Esta fiesta es una excusa para reunirnos con nuestra familia. Es tradición pasar juntos el día del Carmen, no nos lo perdemos ningún año. Venimos temprano para ver la procesión y nos quedamos todo el día en el prau, el ambiente es inmejorable, todo son caras conocidas».

Por la tarde, se reanudaron las actividades con los torneos de juegos asturianos y el programa festivo culminó con la entrega de trofeos a los ganadores de las competiciones. La gente se resistía a irse y, por eso, muchos vecinos continuaron divirtiéndose hasta la noche.

En Ceares, las fiestas de Santiago empezaron a mediodía con un pasacalles integrado por una banda de gaitas y el grupo de baile asturiano. Tras recorrer el barrio, los vecinos se reunieron para tomar el vermú y disfrutar de la gran corderada. Pilar Ruiloba, vicepresidenta de la asociación de vecinos, estaba encantada con la acogida que este año estaban teniendo los festejos: «Lo de la corderada ha sido apoteósico, se ha apuntado más gente que nunca, es una oportunidad para relacionarte con tus vecinos. Además, de noche la verbena fue todo un éxito, hubo una gran afluencia. Lo estamos pasando genial este año». Terminaron la noche bailando al ritmo del disc jockey.

Caldones no se quedó atrás en las celebraciones. Empezaron su programa festivo a mediodía con la misa, en la que participó el coro de La Camocha, y la procesión en honor a la Virgen del Carmen. Siguieron celebrando con la puja del 'ramu' y la sesión vermú en la barraca, a la que acudieron muchos socios. Por la tarde, el concurso de sidra casera y verbena vespertina. Eduardo Alcázar, secretario de la asociación de vecinos, destacó: «Este año hay cambios, estrenamos ubicación, estamos en un prau más pequeño que el de ediciones anteriores, de tal manera que la fiesta está siendo más recogida, más familiar». Según cuenta Alcázar: «Los vecinos se están volcando con la romería, el sábado la música duró hasta las cuatro de la mañana, estuvieron bailando incansablemente». Para Alcázar el objetivo de las fiestas vecinales es «que la gente disfrute y lo estamos consiguiendo, estamos muy contentos de que no nos haya afectado que se celebren en un sitio diferente».

Las fiestas en Somió terminaron ayer, no así en el caso de Ceares y Caldones, que continuarán durante la jornada de hoy. Ceares celebrará a las cinco de la tarde una jira campestre y hará las delicias de los niños con la actuación del payaso Tato. Continuarán con un concurso gastronómico y terminarán la romería con una verbena que se alargará hasta pasadas las dos de la madrugada. Caldones, por su parte, empezará al mediodía con una misa, seguida de procesión, sesión vermú y, por la tarde, actividades para los más pequeños, con juegos infantiles y una merienda de hermanamiento. Por la noche, se despedirán con una cena de confraternización.