Detalle del cartel de la Exposición de Productos Regionales de 1946.
1946. Hace 75 años.

Franco, la feria y El Musel

El dictador aceptó un cargo honorífico en la Exposición de Productos Regionales del Noroeste y destacó las cualidades del puerto

Domingo, 28 de marzo 2021

La noticia llegó después de que Franco conversase «largamente con las personalidades que acudieron a suplicarle aceptara el puesto»: el jefe de Estado aceptaba ser el presidente de honor en la próxima Exposición de Productos Regionales del Noroeste de España y hasta anunció «su propósito de venir a visitar el certamen» o, al menos, de allegarse en un corto plazo de tiempo a Gijón, como finalmente ocurrió en el mes de junio.

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Aquellas personalidades implicadas en el tinglado no eran otras más que el presidente de la Diputación, Chacón; el alcalde Mario de la Torre y Barbáchano, director general de la exposición; ahora, el alcalde en funciones narraba a los periodistas gijoneses los detalles de la reunión.

A saber: que De la Torre «había sido recibido por Su Excelencia el Jefe del Estado» como miembro del Comité de Honor del certamen, junto a los antedichos y, además, Secundino Felgueroso, el marqués de la Vega de Anzo, Pedro Rivier y otros. Allí, Franco habría expresado «su interés y entusiasmo por las cuestiones que afectan al desarrollo comercial e industrial de nuestra región, por la que siempre sintió gran afecto. En su conversación con los comisionados les expresó el interés que desde hace algún tiempo siente por el puerto de El Musel, uno de los mejores de España, al que debe dársele cuanto necesite, ya que su impulso y su progreso le hacen uno de los de mayor contribución al erario nacional, y, por este motivo, ha de tener preferencia sobre los demás».

Manifestó en la reunión el dictador que, «si sus ocupaciones no se lo impiden, vendrá a Gijón a visitar la Exposición de Productos Regionales del Noroeste de España», que se celebraría a lo largo de todo el mes de agosto.

No pudo ser, pero su visita se adelantó un mes. Vino en junio y la exposición, muestra de las riquezas aportadas por Asturias, Galicia y León al erario del estado en autocracia, se tuvo que inaugurar semanas después solo con Barbáchano, De la Torre y demás. Aquel día, a las doce y media, todos los buques «surtos en el puerto local y El Musel hicieron sonar sus sirenas» al unísono. Aún sin el presidente de honor presente.

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