Adiós a Thiago, el niño «que llenaba de alegría allí por donde pasaba»
Cientos de personas se reunieron en la iglesia de El Natahoyo para despedir a Thiago Leonel Guamán, fallecido al atragantarse con una uva
Profesores del colegio la Atalía, padres de los compañeros del pequeño, compatriotas de la madre, amigos y vecinos de El Natahoyo, en Gijón, despidieron hoy con una profunda tristeza a Thiago Leonel Guamán, el niño de tres años fallecido al atragantarse con una uva durante las campanadas de Nochevieja. «Estamos rotos de dolor, es una tragedia», acertaban a decir los compatriotas ecuatorianos de la madre que arroparon a la familia en un momento imposible de digerir.
Publicidad
El funeral tuvo lugar en la iglesia de San Esteban del Mar, en Gijón, y contó con la asistencia de más de doscientas personas unidas con el mismo propósito: «Despedirnos de un niño que llenaba de alegría allí por donde pasaba». El párroco José Alonso Rodriguez ofició el acto religioso en el que trasladó sus ánimos a la comunidad ecuatoriana y recordó que «España siempre ha sido un país de emigración que sabe lo que es vivir fuera». Durante la misa se entonó la canción 'Que canten los niños' y se pidió que cada asistente recordase un momento compartido con Thiago y sus familiares. En todos esos recuerdos el niño salía sonriendo.
Ver fotos
Noticias relacionadas
- «Estaré eternamente agradecida a los que intentaron que mi hijo no se muriese»
- Una sola y diminuta uva causó la muerte del pequeño gijonés
- Diez asturianos mueren al año por atragantamiento
- Los médicos piden más segundos entre campanadas para no atragantarse
- «El tiempo para salvar a alguien atragantado con una uva son más o menos tres minutos»
- «Se me ha ido la mitad de mi vida», dice la madre del niño fallecido en Gijón atragantado con una uva
- «Era muy alegre. Le encantaban las motos, Spiderman y bailar»
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión