Una gran glorieta de Sanz Crespo a Máximo González sustituirá al viaducto de Carlos Marx en Gijón

Entre tanto, los técnicos municipales del departamento de Tráfico ya están trabajando para establecer la reordenación viaria una vez que el viaducto sea derribado. «Tendremos una gran rotonda. Están los técnicos de Tráfico trabajando en ello, porque cuando se tire el viaducto vamos a tener que regular la circulación. Hay que hacer el proyecto», explicó el concejal de Tráfico, Movilidad y Transporte Público, Pelayo Barcia.

Dado que toda esa zona está llamada a cambiar cuando se desarrolle el plan de vías, la intención es que lo que se haga ahora no colisione con ese proyecto y pueda ser permanente. Y eso a pesar de que todavía pasará bastante tiempo hasta que se vuelva a recuperar la prolongación de Sanz Crespo y se convierta de nuevo en una salida hacia la Y. «El objetivo es recuperar la histórica salida, pero de momento estamos planificando una rotonda para gestionar el tráfico en ese cruce», indicó el concejal, quien apuntó que se trata de una planificación provisional habida cuenta de que el derribo del viaducto aún no ha sido aprobado.

En lo que se trabaja es en una gran rotonda, que podría ser ovalada o en forma de ocho, con media docena de entradas de circulación que permitirán hacer todos los giros que se realizaban hasta el momento desde la estación provisional hasta la zona de la Comisaría de la Policía Nacional. «Será justo lo que ocupa el actual viaducto». La intención es que esa rotonda sea definitiva. «Encaja perfectamente y no ocupamos ningún terreno del plan de vías. Será un elemento más vertebrador en esta zona», remarcó el concejal. Gracias a esta actuación, Pelayo Barcia considera que «se empezará a ver un futuro en ese entorno.

Con esta actuación también se pretende solventar cualquier tipo de problema que se dé en el paso ciclista y peatonal paralelo al viaducto, como el publicado por EL COMERCIO en La Columna el pasado jueves, con un coche circulando por el carril bici. Por eso, Pelayo Barcia no aceptó un ruego presentado por el PSOE en la pasada comisión de Movilidad para que se tomaran ya medidas que eviten que algún coche se 'cuele' por ese paso, como ocurrió, o en el cruce de la vía ciclista con la avenida de José Manuel Palacio. Según la explicación del concejal, «el tipo de vía desaconseja, o incluso impide, poner una banda reductora de velocidad. La única solución sería pasar de dos fases semafóricas a tres, pero causaría graves retenciones en la avenida». El edil apuntó que «es una zona donde no se tienen registrados incidentes ni accidentes en los últimos tiempos y, dado que se va a demoler el viaducto y por tanto se cambiará en parte la configuración del tráfico, lo aconsejable es esperar a esos cambios».

La Concejalía de Tráfico y Movilidad ya lo está preparando todo para cuando el viaducto de Carlos Marx, construido en 1996, sea derribado como primer paso visible de lo que será en un futuro, que se desea cercano, el plan de vías y la integración ferroviaria en Gijón.