1922. Hace 100 años.

Una gran mejora regional

Con vivas a España y corresponsales llegados desde Gijón se inauguró la explotación forestal de haya y roble de los bosques de Ponga

Lunes, 24 de octubre 2022, 00:10

De Ponga dijimos, sí, pero en realidad el tinglado abarcaba mucho más: los bosques «de la Llambria, Borondones, Pandemules, Muniello, Lagagos, Saholle, Piedrafita y La Huera, situados en los límites divisorios de los partidos judiciales de Cangas de Onís e Infiesto, concejos de Ponga, Piloña y Caso». Un enorme área en la que la Sociedad Forestal Asturiana preveía explotar la madera de innumerables ejemplares de haya y roble, para lo cual se habían instalado cerca de 3.000 metros de cable mediante el sistema Poholig-Trisable y tres estaciones, dos para carga y descarga y otra más para tensión de cables portadores por los que la madera viajaría a 120 metros por minuto y mediante un sistema automotor.

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¿Quién daba más? Con tanta innovación, natural era que la inauguración de la empresa fuera contada por EL COMERCIO en su segunda plana. Se empezó, dijimos, por la bendición de las máquinas dada por el párroco de Caso, y la lectura, por parte de la madrina de la fiesta -«la preciosa niña María Luisa Ozcoz Díaz Álvarez»- de «unas cuartillas alusivas al acto, cuya lectura terminó, besando la bandera de España y dando vivas a la patria, a Asturias y a la Forestal Asturiana». De una forma, por lo demás, tan expresiva «que emocionó a todos los concurrentes». Acto seguido, y en bandeja de plata, «el consejero de la Sociedad, don Domingo Mayor, ofreció a la bella niña unas tijeras, con las que cortó la cinta unida al cable, y en el acto comenzó a moverse todo el artefacto, llegando a los pocos segundos una rolla de más de dos toneladas de peso».

Y el público, impresionado, se vino abajo en aplausos «al contemplar aquella mole llegando al valle con tanta rapidez y seguridad». La tecnología obraba maravillas hace ya un siglo, tanto que desde la redacción de EL COMERCIO solo pudimos felicitarnos -y felicitar al Consejo de la Sociedad- «por una obra tan grande». ¿La razón? Que nuestro periódico, ayer y hoy, ponía y pone siempre enorme interés «en todas las grandes mejoras regionales, a las que jamás regateó su apoyo decidido y sus aplausos fervientes». No podía ser de otra manera, vive Dios.

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