Gutiérrez del Arroyo, el hombre que siempre estuvo en el plan de vías

Nadie lleva tanto trabajando en la solución ferroviaria como Fernando Gutiérrez del Arroyo. Su papel en el diseño de la losa de Oviedo hizo que el Ayuntamiento de Gijón le llamara para elaborar en 1998 un primer estudio para la integración del tren en la ciudad. Eran los tiempos de Vicente Álvarez Areces como alcalde y su desempeño gustó.

Tanto que un año después elaboró una segunda versión, más rompedora y atrevida, que fue presentada con infografías como la que acompaña esta información. Consistía en dejar a los trenes de largo recorrido en la estación de Jovellanos, y a partir de ahí levantar dos viaductos con una vía cada uno, iban a ser utilizados por trenes lanzadera para llevar a los viajeros hasta El Humedal. El especialista defiende ahora que aquello «liberaba gran parte de los suelos de El Humedal, los más atractivos para la ciudad» pero que terminó desechado porque «los viaductos fueron considerados un impacto visual negativo y no fueron aceptados» en la ciudad.

El PP reaccionó planteando un metrotrén y la historia cambió, pero Gutierréz del Arroyo siguió siendo el hombre que siempre estaba ahí. En los últimos 22 años ha alternado asistencias no consecutivas con el Ayuntamiento de Gijón, el Principado y Gijón al Norte. Es autor de un total de siete variaciones diferentes para el plan de vías, entre las que se encuentra la ejecución de la estación de Moreda con una primera fase, de bajo coste, en la que Feve era el único operador que pasaba al túnel del metrotrén.

Ninguno de sus planes o documentos apostó en este tiempo por poner la estación en el museo. En su repaso a todas las idas y venidas del plan de vías, considera que eso es un salto en el camino. «Todo el proceso de propuestas desde el año 1998 hasta 2015 ha perseguido una estación intermodal financiada, fundamentalmente, por los ingresos obtenidos con la venta del suelo liberado. Se buscaba por tanto liberar la mayor superficie de terreno posible para uso urbano y se desechaban las soluciones excesivamente caras», explica.

«Y entonces, a partir de 2015, parece que las condiciones hasta entonces imprescindibles consistentes en liberar el máximo suelo posible y en buscar soluciones económicamente razonables desaparecen y surge una alternativa que libera mucho menos suelo y que va a tener un coste desmesurado», afea. Su trabajo para devolver el plan al rumbo anterior es criticado por el PP, que va a reclamar a Gijón al Norte conocer sus condiciones contractuales y el motivo por el que hizo informes contra el convenio en vigor.