Dos horas frenéticas en la Costa, con daños de material y cortes de corriente
El oleaje causado por los coches se metió «hasta el final de la sala» en el Registro de la Propiedad y afectó además a Farmacia Vegas y Materiales Cuesta
IRENE SÁNCHEZ NORIEGA
GIJÓN.
Jueves, 16 de septiembre 2021, 01:15
La lluvia torrencial del mediodía se cebó en la avenida de la Costa y la Puerta de la Villa, donde las últimas inundaciones importantes tuvieron lugar en 2006 mientras hace dos años, en 2019, afectaron a El Bibio. Ayer los comerciantes de estas zonas debieron sacar los cubos y las fregonas para achicar, como pudieron, el agua que entraba en sus negocios.
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En la Costa, María Vargas, responsable de Comercial Astur, recordó que «hacía dos años que no veía las calles así, estaban llenas de agua. Y en las aceras había restos de madera y cemento que habían arrastrado». Vargas tuvo el agua amenazando la puerta de su negocio. «Siempre tenemos miedo a que se nos inunde el local», anotó. Donde sí llegó a entrar fue en la Farmacia Vegas. De hecho, alcanzó el mostrador principal. «Estuvo todo el personal achicando agua durante dos horas», explicó Andrea Álvarez, trabajadora de la botica. Frenaron el agua como pudieron «con cubos, toallas y bayetas». Pero alcanzó la toma de corriente, enterrada bajo el suelo, y «los ordenadores quedaron inutilizados».
Situación similar vivieron en el Registro de la Propiedad. «Estábamos ocho personas, con fregonas y cubos en la mano, echando el agua que entraba por la puerta», explicó la trabajadora Neri González. La calle, detalló, estaba «repleta de agua, se formaron auténticas lagunas», e incluso la mediana que divide ambos sentidos en la zona conocida como 'la manzana reseca' «había desaparecido bajo el agua». Los coches que pasaban arrastraban olas contra la acer y esto repercutía negativamente en las labores de achique. «Nos entró hasta el final de la sala», dijo.
La situación se prolongó hasta que la Policía Local cortó la carretera y las labores de achique pudieron optimizarse.
Elías García, de Materiales Cuesta, estaba preparado con «dobles palés para evitar que llegue el agua al material». Pero no logró salvar los productos que estaban al ras del suelo, como los rollos de cartón, «que quedaron inservibles».
Los afectados apuntaban que las inundaciones se deben a «un problema en los sumideros, que están atascados y no absorben el agua que se acumula». Y reclamaban que se aporten soluciones definitivas para evitar más inundaciones que causen nuevos daños en sus negocios.
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