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Policías y operarios de la funeraria en el lugar del siniestro.
1998. Hace 25 años.

Jornada negra en Gijón

Una mujer de 45 años murió al desplomarse una carga de tablones en un edificio en obras de la calle de Begoña. Hubo dos heridas más

Sábado, 28 de enero 2023, 00:45

La trágica noticia abrió la portada de EL COMERCIO de hace hoy cinco lustros: de la caída, a primera hora de la tarde, de unos ... tablones en un edificio en obras de la calle de Begoña, habían resultado dos hermanas (una de ellas, embarazada) heridas y una tercera mujer muerta. Parecía, según informaba nuestro diario, que por algún motivo el tramo de acera donde se izaban las tablas «no había sido precintado, ni se había prohibido en él el paso a los viandantes»; y que, además, varias de las tablas cayeron en el patio del colegio Jovellanos, donde las clases habían finalizado muy poco antes del siniestro.

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Las tres víctimas eran compañeras. Habían salido del centro donde trabajaban, una peluquería de la calle Santa Lucía, minutos antes de que la carga de madera que se izaba a una altura de cuatro plantas «tropezase con la cornisa [del edificio de forma que, según parece, las cintas que ataban las tablas se rompieron y la madera se desplomó». «Yo me salvé de milagro», dijo ese día, a preguntas de EL COMERCIO, Elisabeth González, testigo del terrible accidente, que «bajaba por la calle de Begoña sobre la una y cuarto de la tarde de ayer. Llevaba consigo a su hija de dos meses». «Todo fue muy rápido», decía González. «Ocurrió en pocos segundos. Bajaba por la calle y de pronto vi cómo una avalancha de tablones caía a la vía, encima de las tres mujeres, aunque una de ellas pudo esquivarlas».

La jornada, con todo, no había terminado aún. Ese día habría que lamentar, además del suceso de la calle de Begoña, el grave accidente que afectó a un obrero de la construcción de 30 años en la calle de Arquímedes, en el polígono industrial de Roces. Ocurrió a media tarde. El trabajador, situado a siete metros de altura, se precipitó contra el suelo, produciéndose «una grave lesión en la vértebra sexta, lo cual le podría producir una tetraplejia», dijeron algunas fuentes, aunque estas también anticipaban «que aún era pronto para establecer un diagnóstico definitivo sobre la lesión cervical». Fue, en cualquier caso, una tarde negra para la seguridad laboral en Gijón. Tardaría en olvidarse.

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