La 'Leonormanía' empuja a las mujeres a las Fuerzas Armadas

La 'Leonormanía' es una realidad. La incorporación de la Princesa de Asturias a las Fuerzas Armadas ha hecho que en el último año la presencia de mujeres en el Ejército haya aumentado más de un punto, hasta el 13,1%. «Nuestra presencia es más numerosa ahora que hace un año y en buena parte es gracias a esa 'Leonormanía'; desde que la Princesa ingresó en la Academia de Zaragoza se ha notado que más mujeres se interesan por este trabajo, desde aquí las animamos a todas para pasar a formar parte de la mejor profesión del mundo».

Este martes cuatro mujeres integrantes de las Fuerzas Armadas trasmitieron esa «pasión por el trabajo» a los alumnos de los Institutos de Enseñanza Secundaria La Laboral y El Piles de Gijón en el marco de las charlas desarrolladas bajo el lema 'Mujeres de uniforme', en colaboración con la consejería de Educación, la Asociación Retógenes y la delegación de Defensa.

Participaron la cabo Patricia Cadavid del Regimiento Príncipe número 3 del Ejército de Tierra; la capitán María Novo, jefa interina de sanidad de la UME de León; la sargento primero Susana Martín Cotobal, del Ejército de Tierra; la alférez Rocío García Abad, de la Armada; y Beatriz Terrón, subteniente de la Guardia Civil, cuerpo armado y también de seguridad del Estado.

Cada una contó su experiencia, todas diferentes pero con un nexo de unión: el trabajo de servicio al ciudadano y al país. «Nuestro trabajo es completamente vocacional», coincidieron en asegurar ante los jóvenes de Bachillerato que se encuentran en la tesitura de tener que decidir por dónde orientar su futuro.

«Sois muy jóvenes y si equivocáis no pasa nada, siempre hay tiempo para cambiar y encontrar un trabajo en el que os sintáis realizados», señaló la la sargento primero del Ejército de Tierra Susana Martín Cotobal, quien aseguró que a ella misma le ocurrió: «Estudié INEF y cuando acabé me di cuenta de que no tenía tanta paciencia como vuestros profesores para tratar con chavales y que mi verdadera pasión era el ejército, no me he arrepentido ni un solo día y ya llevo 20 años».

También desde la veteranía compartió su historia la capitán María Novo, hija de guardia civil y que antes de ingresar en el Ejército estudió Enfermería, «por insistencia de mi madre que quería que tuviese una carrera y luego ya decidiese». «La enfermería me apasiona pero tenía el gusanillo de las Fuerzas Armadas así que me informé para poder acceder a los cuerpos comunes, la primera vez que me presenté no aprobé, había muy pocas plazas y de aquella compatibilizaba los estudios con el trabajo en el hospital, así que dejé el hospital para centrarme en la oposición y al año siguiente aprobé y hasta hoy...», recordó. Su primera misión internacional fue en Afganistán y tuvo que pasar por el difícil trance de ver morir a 17 compañeros en el accidente de helicóptero del que se cumplen 20 años la próxima semana. «Allí hay que ser valiente, no queda otra, pero al volver a casa es cuando ves la realidad. Aún con todo, no cambiaría mi trabajo por nada del mundo», concluye.

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