«Al saber que habíamos dado el primer premio nos pusimos todos a aplaudir»

Unos minutos antes de cerrar, sonó el teléfono y María Victoria Muñiz supo que había dado el primer premio de la Lotería Nacional. ¿Su reacción? «Me entró la risa, se lo dije a los clientes del estanco y nos pusimos todos a aplaudir». Así lo contaba este sábado, plenamente satisfecha, la dueña del punto mixto del parque gijonés de la Fábrica del Gas (Ezcurdia 98), pese a desconocer al detalle cuántos décimos del 27764 podía haber despachado. «Al ser de máquina, lo normal es que se trate de un décimo, o sea, 60.000 euros», elucubraba a preguntas de EL COMERCIO. La Delegación de Loterías y Apuestas del Estado lo confirmaba poco después. Pero Muñiz estaba igualmente radiante por el subidón de repartir un gran premio y la proyección que esto pueda tener con vistas al sorteo de Navidad. «Voy a dar el gordo», aseguraba risueña.

Fue Ramona Rodríguez, la madre de Victoria, quien abrió el estanco de la Fábrica del Gas allá por los años sesenta. Con el tiempo, la hija empezó a ayudarla. Después de las Ursulinas, estudió Derecho, pero acabó por sustituir a la madre al frente del negocio. En 2002, el estanco dio un premio de la BonoLoto de 32.888 euros (5 aciertos más complementario) y hace tres años, un quinto en Navidad, o sea, 6.000 euros. En ambos casos, curiosamente, identificó al agraciado. «No busques más, que soy yo», le dijo la primera vez un joven cliente que era «coleguilla». La segunda fue «un señor mayor» y también la informó. Victoria ya espera la tercera llamada...

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