La ministra de Industria brinda su aval a la Feria de Muestras

El presidente de la Cámara, Félix Baragaño, esbozará mañana en el Pleno de la entidad algunos pormenores de la próxima Feria de Muestras, una edición diferente, pero que se tiene la seguridad de llevarla adelante cumpliendo con la normativa que fije para entonces la situación de alarma sanitaria. «No vemos que exista problema alguno para llevar adelante la Feria si se garantiza todo lo dispuesto y ordenado por la Administración», señalaron fuentes camerales. Todo ello con el aval de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, quien ya visitó la Feria el 6 de agosto de 2019 y ha dado su apoyo expreso para que se pueda llevar adelante la edición de este año. No en vano, en aquella visita ferial declaró que «la Feria representa el presente y el futuro de esta región». Este posicionamiento ha supuesto un balón de oxígeno para la nueva edición, como también lo ha sido la iniciativa del Ayuntamiento de Gijón de plantear públicamente su proyecto para la exposición del pabellón municipal.

La organización, se asume, no será sencilla. Desde la Cámara se tiene la plena confianza en que, el hospital instalado hace más de dos meses en el pabellón central se empiece a desmontar en junio y disponer, en consecuencia, de ese importante espacio para los expositores. De hecho, las empresas que allí presentan sus productos año tras año y que, en gran medida, repiten todas las ediciones, cuentan con estar presentes, aunque las fechas empiezan ya a apurar.

Con esa previsión de desmontaje trabajaba el Principado y, al menos hasta el momento, nada hace suponer a los responsables camerales que no será de esta forma. En dos o tres semanas, a lo sumo, el hospital podría ser desmantelado, una vez adoptada la decisión política en ese sentido. A mediados de julio debería estar terminado el operativo. Con esta amplia zona expositiva disponible, la rebaja de expositores, imprescindible en otros pabellones y, en general, en el recinto, se paliaría de manera sustancial.

Luego será necesario ajustar muchos aspectos, como la obligatoriedad de la mascarilla, los circuitos en los pabellones, los aspectos sanitarios y, como adelantó EL COMERCIO, los controles de visitantes. En este sentido, se trabaja sobre una asistencia máxima simultánea de 16.000 personas lo que, en la práctica, supone una persona por cada diez metros cuadrados de superficie. La proporción es el triple sobre la que se baraja en otras ferias nacionales que se pretenden poner en marcha a partir de setiembre. El tamaño del Luis Adaro permite trabajar con esta hipótesis que es, aseguran, un nivel de ocupación más o menos habitual en la mayoría de los días de Feria.

Todo ello, se entiende, obligará a un esfuerzo de adaptación tecnológica. Ya se trabaja sobre una aplicación que permita conocer el nivel de ocupación del recinto en todo momento, algo similar a lo que ha empezado a aplicar el Ayuntamiento a las playas urbanas. Se quieren evitar colas y, sobre todo, que nadie que quiera ir a la Feria se quede fuera. Todo será diferente y requerirá de un esfuerzo colectivo. Pero la idea es celebrar la Feria por lo que tiene de importancia económica y social para Asturias e, incluso, se apunta, «de simbolismo de impulso empresarial».

Habrá Feria y, también, inauguración con formato diferente. En el palacio de congresos, también, será necesario guardar distancias. «Si las normas obligan a reducir el número de invitados, se reducirán», apuntan fuentes camerales. Todo, en suma, para que la Feria vuelva a ser el emblema del verano de Gijón y de Asturias.