Un joven circula en patinete eléctrico, vehículo pendiente de que se fije una normativa. JOSÉ SIMAL

Multa de 590 euros por conducir ebrio un patinete eléctrico de madrugada en Gijón

La Policía Local le interceptó en la calle Roncal al ver que «usaba de forma indistinta la acera, los pasos de peatones y la calzada»

S. G. A.

GIJÓN.

Sábado, 10 de agosto 2019, 01:59

Con la polémica sobre por dónde han de circular los patinetes abierta en la ciudad de Gijón, de nuevo se ha registrado otro incidente con un conductor de este tipo de vehículos involucrado. En este caso, se trata de un hombre que circulaba en uno de estos monopatines bajo los efectos del alcohol.

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Tras ser detectado por los agentes, el hombre, de 34 años, recibió una sanción en forma de multa que asciende a la cantidad de quinientos euros tras dar positivo en las pruebas de alcoholemia, explicaron desde la Policía Local. A lo que se suman otros 90 por no respetar las señales. Los hechos se produjeron hacia las 4.25 horas de la madrugada, cuando una patrulla observó que un patinete eléctrico, que circulaba por la avenida de Schulz, accedía a la calle de Juan Alvargonzález. Lo que llamó la atención de los agentes fue que el conductor de este monopatín utilizaba de forma indistinta la acera, los pasos de peatones y la calzada. En definitiva, que circulaba, dijeron desde el cuerpo policial, «sin respetar las normas de circulación básicas». Así, lo interceptaron y procedieron a realizarle las pruebas de alcoholemia pertinentes, por las que el conductor acabó dando positivo.

Este comportamiento, matizaron en la Policía Local, no provocó a la persona multada la pérdida de puntos de su carné de conducir dado que al patinete eléctrico «no se le considera vehículo a motor».

Eso sí, el conductor de este monopatín fue denunciado por infringir la Ordenanza Municipal de Circulación y Transporte al no respetar la señalización, lo que le supuso una infracción leve que conlleva una multa de 90 euros.

El patinete, que fue interceptado por la los agentes de la Policía en la calle Roncal, fue inmovilizado y llevado después al depósito municipal. Se trata este incidente del último que se ha producido en la ciudad con este tipo de vehículos involucrados. Esta misma semana se produjo un atropello por parte de un conductor de monopatín eléctrico a un ciclista que iba por el carril bici del Muro. El primero invadió esa vía en sentido contrario. Por su parte, el ciclista tuvo que ser ingresado ante la gravedad de las heridas y ya ha sido dado de alta.

Sin regulación

La propia alcaldesa pedía «no demonizar» a este medio de transporte aunque reconocía la necesidad de contar con una regulación específica. Estos vehículos carecen de una normativa que especifique por dónde pueden circular o cualquier otra cuestión. La Dirección General de Tráfico (DGT) ultima un documento en el que se recojan estas cuestiones y que pueda servir de guía a los ayuntamientos, dado que la competencia es municipal. Su director, Pere Navarro, ya avanzó que serán considerados como vehículo. En los documentos con los que ha venido trabajando la DGT se habla, desde 2016, de que «es imposible asimilarlos a la figura del peatón» y; por tanto, «no puede hacerse uso de ellos en las aceras y espacios peatonales», pero dejaba en manos de los ayuntamientos la decisión sobre qué tipo de vías podrían utilizar y cuáles no.

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En Gijón, el concejal de Movilidad, Aurelio Martín, se refería esta misma semana a que será en una ordenanza donde se incluya la regulación de estos vehículos. Una norma que prevé esté lista en un año, a la espera del documento que elabora la DGT.

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