«El Muro tiene un potencial increíble que no podemos limitar solo al tráfico»

-¿Cuántos memes del 'cascayu' ha recibido este año?

-Muchísimos y muy ocurrentes. Son muy divertidos, no va a ser todo discutir.

-¿A usted le gusta el diseño?

-Sí. Salió del personal de la concejalía y estoy orgulloso. ¿Que es mejorable? Claro. Pero hay que verlo dentro de su concepto de provisionalidad. Y al final lo importante es el uso del espacio público. Esa actuación se hizo en una situación de crisis sanitaria en la que logramos ampliar el espacio para que todos estemos más tranquilos al pasear. Y se han generado actividades que en el Muro tradicional no se daban o lo hacían de forma limitada.

-¿Por ejemplo?

-Por el 'cascayu' es por donde va la gente que hace deporte, algo que a veces generaba conflictos en el paseo. También lo usan quienes van con sus perros, para aprovechar la zona verde, y hay lugares donde juegan los niños, que es algo que antes no se daba. Todo esto ocurre de una manera natural y tranquila.

-¿Y cuál es el futuro?

-El Muro tiene un potencial increíble, que no podemos limitar solo al tráfico rodado. Por ejemplo, para revertir la situación de los bajos comerciales, que con el modelo actual no funcionan. ¿Que tenemos que dar soluciones? En la comisión de trabajo se verá cuáles. Pero hay que tener claro que debemos diseñar un proyecto de aquí a 30 ó 40 años. Y quien piense que vamos a movernos de la misma forma, está equivocado.

-¿Qué van a proponer ustedes?

-Vamos a ver las conclusiones de la comisión de trabajo y cuando se decida, se anunciará. Sí tenemos claro que queremos generar el mayor espacio público para la ciudadanía, con actuaciones medioambientalmente comprometidas. Y evidentemente, tenemos que tener en cuenta la movilidad. Pero junto a la actual, también hacia dónde se dirige la forma de moverse en los próximos años.

-¿Se podría hacer, como plantean los ingenieros, algo flexible con días de apertura al tráfico y otros no?

-Por poder, en el Muro se puede hacer cualquier cosa. Pero de momento no se ha determinado nada. Vamos a ser respetuosos con los plazos y con el trabajo del Colegio de Arquitectos.

-Cuando llegó, se marcó como reto mejorar el mantenimiento urbano. ¿Lo ha logrado?

-Creo que ha mejorado con creces. Hemos reactivado todos los grandes proyectos que teníamos en deuda con los vecinos. Pero queremos seguir mejorando continuamente, y eso es algo que se trasladará en el nuevo contrato de conservación viaria, que por ejemplo no solo será para el casco urbano sino también para la zona rural. Queremos ir igualando el mantenimiento de ambas. También seguimos comprometidos con el plan de barrios. La crisis sanitaria lastró el nivel de ejecución, pero tenemos como meta cumplirlo en su totalidad.

-¿En qué punto está ese plan?

-Hay ejecuciones de 2020 que prácticamente están al 100% y estamos con las de 2021. La prórroga no ayuda, porque se incrementan los plazos. Pero somos optimistas y a final del año tendremos una buena ejecución.

-¿Algún proyecto se resiste?

-Sí, hay algunos que son como pequeñas espinas clavadas. La remodelación de Calderón de la Barca deberíamos haberla licitado en 2020 y no pudo ser, pero ya está adjudicada y en un mes estará en obras. Y otras actuaciones interesantes son la reforma de aceras en Río Eo, para la que estamos finalizando la redacción del proyecto, y la reforma de la plaza de la República, donde queremos ir de la mano con la asociación vecinal de cara a definir su diseño y necesidades. De cara al futuro, debemos encaminarnos hacia proyectos que conviertan Gijón en una ciudad sostenible económica y medioambientalmente.

-¿Como las 'ecomanzanas'?

-Por ejemplo. Tenemos que luchar por que sean espacios libres de contaminación ambiental y acústica. No quiere decir que tengamos una guerra contra el coche, pero ahora el 70% del espacio urbano se dedica al tráfico y creemos que debe dedicarse a la ciudadanía por completo. A quien quiera caminar, jugar en la calle, hacer deporte o simplemente sentarse en el mobiliario urbano o tomarse un café. Además, serían totalmente accesibles, mediante plataforma única, por lo que hay una parte de la población que dejaría de estar discriminada.

-Empezarán por La Calzada...

-Habíamos pensado en tres zonas claves en La Calzada, El Llano y Pumarín. Y La Calzada puede tener encaje como primera actución dentro del proyecto de zonas de bajas emisiones. Hablamos de un entorno entre Los Andes y las avenidas de la Argentina, Las Industrias y Príncipe de Asturias, con una serie de indicadores que pueden favorecer un entorno amable. Hay un centro municipal, centros educativos, instalaciones deportivas, un eje comercial como la avenida de la Argentina que es necesario potenciar... Creemos que con este tipo de medidas podemos impulsar el pequeño comercio y revitalizar bajos que están cerrados. Y en la calle Costa Rica habrá una gran zona verde que podrá convertirse en zona de encuentro y donde además se reutilizarán las aguas pluviales, evitando que vayan al sistema de depuración.

-¿Y eso qué supondría?

-Estamos finalizando dos infraestructuras muy importantes para la ciudad, que son los pozos de tormentas del Arbeyal y Hermanos Castro. El primero ya está conectado a la red de colectores y el otro lo hará en las próximas semanas. Con ellos se van a reducir muchísimo los alivios de aguas residuales al medio natural. Pero no los eliminarán a 100%. Tenemos que crear herramientas complementarias que eviten que e agua de lluvia vaya a los colectores de aguas residuales. Cuanto más lo evitemos, menos alivios se producirán. Y esto se logra con sistemas de drenaje sostenible o redes separativas como la prevista en la ampliación de parque tecnológico.

-¿Qué actuaciones tiene pendientes en lo que queda de año?

-Además de la reforma de Calderón de la Barca, cumplir el 100% de las peticiones de los distritos del año pasado y dos actuaciones para implantar calles de plataforma única: el tramo de Covadonga situado entre Cabrales y San Bernardo, que dará un giro a toda esa zona, y Tránsito de las Ballenas, que marcará el modelo constructivo que vamos a llevar a Cimavilla.

-Ese barrio espera por una intervención más general...

-El proyecto del anillo de circulación está casi finalizado e incluirá un compromiso de actuación plurianual. Cimavilla va a vivir un cambio sustancial, porque todos los años haremos inversiones que vayan dando solución a sus problemas de accesibilidad. Además, mejorar ese anillo es necesario para las futuras líneas de autobús que vayan por ahí.

-¿Ya tiene su lista de peticiones para el presupuesto de 2022?

-Es larguísima y ya sé que el presupuesto es limitado y hay más servicios municipales. Pero somos optimistas con respecto a los fondos europeos, que pueden ser un revulsivo. Sí hay que tener en cuenta que todas esas convocatorias irán encaminadas a proyectos medioambiental y económicamente sostenibles. ¿Qué significa eso? Que el nuevo paseo del Molinón será el gran referente del modelo que queremos ir ejecutando en el resto de la ciudad.

-Hay quien ya ha incluido su desmantelamiento entre las promesas electorales...

-Lo dicen Foro, Vox y PP. Pues habrá que tenerlo en cuenta cuando se vote, porque nada les impide hacerlo y volver a meter tráfico en esa zona verde. El paseo del Molinón ha sido bien acogido por la ciudadanía. Y es el mayor proyecto de regeneración urbana que se ha hecho en España en 2021.