Nuevo pabellón central y puerta de acceso
Guillermo Quirós Pintado amplió las instalaciones. El recinto renovó todos los servicios y la Cámara dejó sus instalaciones de la calle Instituto
ANDRÉS PRESEDO
Martes, 4 de agosto 2020, 01:45
En 1998, otra de las personas que marcaron la historia del renacer de las ferias de muestras en Gijón daba un paso atrás. Después de casi una veintena de años al frente de la Cámara de Comercio de Gijón y después de solventar situaciones no poco complejas para el futuro del certamen, Claudio Fernández Junquera presentaba su dimisión. Tomaba el relevo el también abogado Guillermo Quirós Pintado, que desarrollaría esa responsabilidad hasta el 30 de marzo de 2006.
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En sus ocho años de mandato, la Feria Internacional de Muestras de Asturias sufrió importantes transformaciones. Las más significativas, el derribo del viejo pabellón central y la construcción del nuevo. También se creó la nueva puerta de acceso al recinto y se cuidó de manera extrema la limpieza y las acreditaciones de excelencia, con el tratamiento de residuos y la pertinente obtención de los certificados de calidad ISO 9002 e ISO 14.001 de medio ambiente. También durante su mandato se produjo el relevo de Pedro García-Rendueles por Álvaro Muñiz al frente de la dirección general de la Feria después de que el primero ejerciera el cargo durante 35 años.
Uno de los emblemas de la Feria, el 'puente aéreo' (aquel cordón umbilical que uniera, en los años sesenta, el pabellón central de la Feria ubicado en la tribuna oeste de El Molinón con los terrenos de la margen derecha del río Piles) era derribado y, con él, parte de la historia del certamen. En 1971 dejó de tener utilidad, aunque fue utilizado como zona de estands y hasta de restaurante y cafetería. En 1999 fue demolido. El Ayuntamiento lo consideraba ya un estorbo urbanístico.
Entretanto, la Feria seguía con unos números espectaculares tanto de expositores como de visitantes, y el nuevo presidente, vistos los antecedentes de los años ochenta, logró consolidar con las instituciones presentes en el Consorcio, propietario del recinto, que la Cámara de Gijón siguiera siendo la entidad organizadora de la feria durante diez años, con carácter prorrogable, a fin de salvaguardar el certamen de los avatares políticos y de ambiciones personales ajenas al destino de la propia feria gijonesa.
También empezó a gestar el cambio de la sede de la Cámara de Comercio de las oficinas de la calle del Instituto al propio recinto ferial, donde se encuentran en la actualidad, con acceso desde la carretera del Piles-Infanzón.
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Fue un proceso largo que, de hecho, no culminó en su totalidad hasta el año 2002, cuando la Cámara de Comercio aprobó la cesión de la Hemeroteca Provincial al Ayuntamiento de Gijón, ubicada por entonces en los sótanos del inmueble de la calle del Instituto.
Nuevo estand municipal
Ya en el año 2000, la Feria, el recinto ferial, sigue renovándose con una nueva canalización de agua, instalación eléctrica y el nuevo pabellón central, entre otras obras que, además, posibilitaron la celebración a lo largo de todo el año de numerosas e importantes ferias monográficas. Aquella feria, la primera de Álvaro Muñiz como director general, fue inaugurada por Francisco Álvarez-Cascos y se cerró con 679.897 visitantes.
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La Feria siguió dando sus pasos y, ya en el año 2002, el Ayuntamiento de Gijón estrenó su nuevo pabellón, el actual, basándose en un proyecto del arquitecto Andrés Diego Llaca, con un presupuesto de 454.000 euros. Una instalación que pretendía ser funcional, con amplia zona expositiva y una sala polivalente. Un año después, era colocada la nueva pasarela de peatones sobre el río Piles, delante de la entrada principal del recinto. La antigua había quedado obsoleta y, además, este trabajo, afrontado por la Confederación Hidrográfica del Norte, evitaría inundaciones por la crecida del río en aquel entorno.
Entre los años 2004 y 2005 se trabajaron y diseñaron los proyectos del nuevo pabellón central y de la puerta principal, con acceso directo desde el paseo del Doctor Fleming, y ambas obras fueron una realidad en la quincuagésima edición del certamen, en 2006. El nuevo pabellón central, el actual, se diseñó sobre una parcela de 6.000 metros cuadrados, aprovechando los 4.000 metros que ocupaba la vieja instalación, y tiene veinte metros de altura sobre una estructura modular que se comunica con el Palacio de Congresos. La inversión superó los seis millones de euros y fue uno de los mayores atractivos en las bodas en oro del certamen.
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En cuanto a la vieja puerta principal, construida en 1981, fue demolida el 15 de diciembre de 2005, para construir la actual, que incluye una torre de dieciocho metros de altura, distribuida en cinco plantas, y dispone de diferentes servicios como despachos, aseos, taquillas y salas de atención primaria y de usos múltiples.
Un inesperado parón
Además del estreno del nuevo pabellón central y los accesos de la puerta principal, aquella feria de 2006, la del quincuagésimo aniversario, la primera tras el mandato de Guillermo Quirós Pintado, disponía ya de 160.000 metros cuadrados expositivos, seis pabellones propios y otros muchos representativos de empresas siempre ligadas al certamen.
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Desde entonces no ha dejado de ser objeto de deseo para intereses ajenos tanto a Gijón como a la Cámara de Comercio local, hasta llegar a este año que, ya bajo la presidencia de Félix Baragaño, tiene que romper con su celebración desde 1965.
Por motivos de salud, las autoridades del Principado no han permitido llevar adelante el certamen. Un año de suspenso que todos esperan vuelva pleno de actividad en 2021, porque la Feria ha demostrado durante más de medio siglo que tiene capacidad para sortear todas las dificultades que se presenten y, además, que es una necesidad para Gijón y para Asturias.
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