El padre del bebé zarandeado pide que se revoque el auto de libertad del novio de la madre

El padre del bebé de 23 meses fallecido a principios de junio como consecuencia de un supuesto síndrome del zarandeo ha solicitado en el juzgado que se revoque el auto de libertad para el novio de la madre. El hombre fue detenido en relación a la muerte por la Policía Nacional y puesto en libertad tras prestar declaración ante la jueza de guardia. Negó en todo momento haber agredido o zarandeado al hijo de su pareja y no se encontraron pruebas concluyentes que sustentasen su implicación en el fatal desenlace, por lo que fue puesto en libertad, con la obligación de acudir cada día a firmar al Palacio de Justicia y con la prohibición de abandonar el territorio español.

Ahora el padre del niño, separado de la madre desde que nació y que se ha personado en la causa como acusación particular, ha pedido ante el titular del juzgado de Instrucción número 3 encargado de la investigación judicial que el actual compañero sentimental de su expareja ingrese en prisión. Le responsabiliza de la muerte de su hijo. Sin embargo, el magistrado está a la espera de una ampliación de los informes médicos que permitan delimitar en el tiempo en el que se produjo el presunto zarandeo y el momento en el que quedó inconsciente.

Fue la mañana del jueves 3 de junio cuando el pequeño se encontró gravemente indispuesto. Había pasado la noche con su madre y su novio. La tarde anterior había llegado de pasar varios días con su padre, tal y como estipulaba el régimen de visitas. Fueron sus abuelos maternos los que llamaron rápidamente a una ambulancia al ver el estado en el que estaba el niño. Fue llevado al Hospital de Cabueñes y derivado desde allí de urgencia al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Durante cuatro días luchó por sobrevivir en la UCI, con la plena dedicación de los facultativos médicos que lo atendieron. No pudo superar las graves lesiones neurológicas que presentaba.

El mismo día del deceso los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional arrestaron al compañero sentimental de la madre, quien había acostado al niño. Se derrumbó desde el primer momento, sufrió un ataque de ansiedad por el que tuvo que recibir atención médica en los calabozos y negó cualquier implicación con lo ocurrido. «Lo quería como si fuera mi hijo», se defendió, roto, ante la jueza de guardia que le tomó declaración.

La magistrada no apreció pruebas concluyentes contra el detenido, tal como mantenía la Policía. Quedó en libertad, a la espera del avance de la fase de instrucción.

El procedimiento se encuentra a la espera de los informes médicos ampliatorios para determinar las causas concretas que produjeron el deceso y el tiempo que pudo haber transcurrido en el que produjo ese supuesto zarandeo hasta que se produjo el desvanecimiento, ya que de no tener consecuencias inmediatas la investigación podría variar.

El síndrome del zarandeo deja evidencias en los menores de dos años, con daños neurológicos y también en los glóbulos oculares. Se producen hematomas subdurales en el cerebro por la rotura de vasos sanguíneos debido al efecto de la aceleración y desaceleración propio de la sacudida por parte de un adulto. La investigación judicial avanza en un complicado caso en el que los datos médicos y los informes forenses serán determinantes a la hora de esclarecer las causas que rodearon la muerte del pequeño.

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