La plazoleta de Florencio Rodríguez (y III)
Fiel imagen urbana y bancaria del siglo XXI
El 6 de febrero de 1971 supuso un antes y un después en el ámbito mercantil de la ciudad al firmarse el protocolo de fusión por absorción entre el Banco de Gijón y el Hispano Americano que ocasionó la desaparición de nuestra primera entidad bancaria llegado el 22 de febrero de 1977. Lógicamente, el noble edificio pasa a propiedad del Hispano Americano, hasta entonces ubicado entre Corrida y Moros con entrada por la plaza del Seis de Agosto. Lo primero fue cambiar el rótulo del que había sido el 'faro' y referencia mercantil de la villa y puerto de Gijón, y una profunda reforma del interior del edificio con un cambio total en el patio de operaciones, la desaparición del artístico lucernario que iluminaba las dependencias y luego la gran escalera central de acceso a la primera planta, donde además de la dirección albergaba otras dependencias, entre ellas la sección de Cartera de Efectos que regentaba Carlos Ordieres.
En noviembre de 1973 se derriba el emblemático edificio construido por la familia Martínez Marina y últimamente albergaba las oficinas del Grupo Empresarial Juliana, S. A. y el 13 de febrero de 1974 el Banco Central presenta un proyecto para construir un edificio de planta baja y siete pisos en 'La Plaza de los Moros' con proyecto del arquitecto madrileño Pedro Flores León. En el expediente aprobado por la Comisión Municipal Permanente del 12 de julio del mismo año: «Se aprueba la licencia para la construcción de un edificio para oficinas en la Plaza de los Moros». Dos años más tarde el propio Banco Central instala sus oficinas en la planta baja, y entre los primeros inquilinos instaló sus oficinas la empresa de productos lácteos Granderroble, S. A., regentada por el que fue presidente del Real Sporting Ángel Viejo Feliu. Le siguieron en otros pisos Seguros Finisterre, Peletería Noguera, Construcciones Orbea, S. A. y Seguros Oriente, en un momento que una nueva urbanización de 'La Plazoleta' supuso la desaparición de la parada de taxis y la colocación de bolardos para impedir el libre aparcamiento de los coches.
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Derribo del Alcázar y el Malet
Mientras se edificaba el citado edificio del Banco Central se derriba el conocido como Café Alcázar, entre Corrida, Moros, Munuza y 'La Plazuela', en cuyas plantas superiores estuvo el Hotel Malet y el Casino de la Unión de los Gremios que, junto con el citado café, fueron un referente social en la postguerra, uno por su prestigio dentro de la hostelería y el casino por su notable actividad cultural y relevancia en los deportes de salón como billar o ajedrez, con importantes campeonatos a nivel nacional. Fue muy popular la taquilla del Cine Los Campos Elíseos, que daba a la calle Munuza y evitaba el desplazamiento de los gijoneses hasta la avenida de la Costa y Ramón y Cajal.
El derribo del edificio del Café Alcázar también se llevó una parte de los sentimientos de muchos gijoneses y en 1977 se construye otro de siete pisos para el Grupo Masaveu con proyecto de los arquitectos Miguel Díaz Negrete y Joaquín Cores Uría, en cuyos bajos sigue la histórica Farmacia Junquera y se instala Abanca con entrada por Corrida y la Plazoleta. En sus plantas superiores se instalan la Academia de Español Versa, la One & Barber Shop y EB-Consulting que ocupa los primero y segundo pisos. Mientras en el edificio que fue del Banco Central, que dejaría su primera ubicación para formar el Banco Central Hispano, con sede en el edificio que fue del Banco de Gijón, en su lugar abre el Café Manacor, que recuerda al que hizo historia con ese nombre en Corrida y luego pasaría a la Cafetería Portobello, para que llegado 2016 abra su moderno restaurante Gloria el laureado 'chef' Nacho Manzano con su hermana Esther, dando prestigio a la zona, mientras en los pisos se instalan las oficinas Alianz Arregui, Dicar, S. A., Miprón Energía, Montedeva, Inmobastur, S. L., Promociones Paseo de Begoña y la notaría de Javier Nogales Castillo e Ignacio Bermejo Morales.
Tras varias fusiones al comienzo del presente milenio el notable edificio que había pertenecido al Banco de Gijón ya era propiedad del Banco Santander Central Hispano, que lo puso en venta y fue adquirido en 2005 por la Inmobiliaria Grandes Fincas Urbanas regentada por Luis Priede para adaptarlo a pisos, apartamentos y oficinas, y al comienzo del presente año el Banco de Santander que ocupa la planta baja y sótano, tras una importante transformación de sus oficinas, abre su Work Cafe, una nueva forma de banca, acorde con los tiempos, de la que por suerte esta última entidad conserva un interesante museo de lo que fue aquel primer Banco de Gijón.
Casa Manuela
Es lo que nos queda para la historia, junto con el entrañable Restaurante Casa Manuela, regentado desde 2022 por Edgar Menéndez Llera, que también tiene a su cargo el Rincón de Rubén desde 2016, dentro de una zona que, ahora con su fuente, bancos, arbustos, conforman una agradable 'plazoleta', pendiente de lo que acontecerá con el edificio proyectado por Manuel del Busto en 1913, esquina con Moros y Munuza, incomprensiblemente derribado no hace mucho, y tiene preocupados por su destino a numerosos ciudadanos que viven y sienten lo que pasa en este Gijón del alma.