Ponderación de la belleza
Para enriquecer la propaganda turística de Asturias, en nuestra portada propusimos hacer uso de la fotografía
Sábado, 14 de enero 2023, 00:41
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero eso era aún una labor harto difícil hace un siglo. La razón es fácilmente comprensible: ... hoy casi todo el mundo lleva una cámara en el bolsillo. Por entonces, no. Pero sí empezaba a haber cada vez más fotógrafos aficionados y profesionales que podían dar un vuelco, a nuestro entender, a la forma en la que en Asturias nos anunciábamos como destino turístico. Habida cuenta de que nuestra riqueza se basaba en el arte y en el paisaje, la imagen era fundamental. Y que esta pudiera, también, llegar a todas partes del mundo. «Para que la propaganda sea eficaz, precísase ante todo que esté bien orientada y que se haga de manera práctica, ofreciendo las máximas ventajas y facilidades al visitante, brindándole cosas de vedad, no ofreciéndole fárragos de prosa en que se elogian las bellezas de una región de una manera vaga, imprecisa, sino concretando, indicando al detalle itinerarios con la especificación de los monumentos, de las bellezas naturales que en el recorrido de esos caminos encontrará el turista».
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La fotografía, decíamos, ya había llegado años atrás a los folletos turísticos del extranjero, y podría llegar también a Asturias después, eso sí, del trazado de una serie de itinerarios turísticos. Una vez hechos estos, «para la formación de los cuales proporcionarán toda clase de datos las personas competentes, se podría reclamar el concurso de los aficionados al arte fotográfico para que ellos con su labor ilustraran esos proyectos de excursiones o viajes artísticos por la provincia». Villaviciosa, Colunga, Caravia, Ribadesella, Llanes, Grado, Salas, Tineo, Corias o Cangas de Tineo, los puntos más 'mainstream' del turismo de hace un siglo en Asturias, podrían así ser retratados para que esas imágenes se unieran «a las descripciones e indicaciones de la excursión las fotografías de los principales puntos de vista de ese itinerario» como La Isla, los altos de Arroes o «las magnificencias agrestes del alto de la Espina o de la Cabruñana, el puente del Infierno, etcétera». Esta estrategia comercial, ya utilizada con discreción desde finales del siglo XIX, no tardaría en florecer. Y hasta hoy.
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