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Panorámica del 'Elogio' con sus pintadas de mayor tamaño a la vista. FOTOS CAROLINA SANTOS

Primero las pintadas del 'Elogio'; luego el resto

Limpieza especial. El proyecto InnovaConcrete planteará este mes dividir el saneamiento de la escultura en dos fases para aplicar ya en la parte baja un novedoso tratamiento

ADRIAN AUSÍN

Martes, 1 de septiembre 2020, 01:01

Las pintadas, de grueso calibre, son este momento la prioridad. Afean el 'Elogio del Horizonte' de manera ofensiva, incitan la llegada de otras nuevas y nada impide, según el dictamen provisional del proyecto InnovaConcrete, darles un tratamiento específico por adelantado al estar situadas en la parte baja de la escultura de Eduardo Chillida; tanto las actuales como las huellas de las borradas en anteriores ocasiones desde su inauguración en 1990. Así lo avanza Lorenzo Fernández-Ordóñez, arquitecto responsable del equipo que estudia el 'Elogio' desde enero de 2018 en el marco del plan europeo para la conservación de obras monumentales de hormigón, con un plazo de tres años prorrogado hasta junio de 2021 debido a la pandemia.

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El InnovaConcrete, una iniciativa de la Universidad de Cádiz dotada por la UE con 6,89 millones para siete obras emblemáticas en hormigón, una de ellas el 'Elogio', tiene por objeto emitir un diagnóstico encaminado a su preservación. Sin embargo, fruto de las pruebas realizadas tanto ayer como la semana pasada por parte del equipo madrileño, Fernández-Ordóñez, hijo del arquitecto que dirigió la obra del Cerro, planteará este mes al Ayuntamiento de Gijón y a la familia del artista vasco la actuación inmediata sobre la base de la pieza, los dos metros y medio inferiores afectados por la sucesión de pintadas.

De Florencia a Gijón

A tenor de lo experimentado, su plan básicamente consistirá en lo siguiente. Primero, limpiar las pintadas. Sobre las rojas, aplicaron con éxito estos días un producto creado exprofeso en Florencia, que no funcionó igual sobre las negras, donde mejoraron el resultado con un producto ya existente. Tras la limpieza, tocarían dos fases que serán comunes a toda la pieza: quitarle los cloruros interiores del hormigón con un tratamiento adicional y aplicar un gel para frenar en adelante la salinidad y, de paso, crear una capa que facilite la limpieza de futuras pintadas.

Para el final del informe, en junio de 2021, quedará la propuesta del resto del tratamiento referido a los desconchones y fisuras, asociados a aquellos lugares donde la forja de acero quedó en su día a menos de tres centímetros del exterior de la pieza y al oxidarse provocó roturas. Ahora han aplicado mortero anticorrosión, también italiano, a alguna oquedad y lo inyectaron también en fisuras. Su comportamiento deberá analizarse cada cuatro meses durante un año. El proyecto se dejará por tanto cerrado a falta del último dato.

Con el diagnóstico final podría actuarse en el resto del 'Elogio'. El resultado del saneamiento integral dejaría la escultura de Chillida con una imagen desigual. En su parte baja, sin su epidermis natural, «en carne viva», fruto de las sucesivas limpiezas; y de ahí hasta la cumbre, con el tono natural del hormigón avejentado. Habría por tanto dos tonos y un debate abierto. Dejarlos así o aplicar «una lechada» al de abajo para homogeneizar la pieza, lo cual no es habitual en las obras de arte y requeriría la autorización expresa de la familia. Fernández-Ordóñez cree que el autor querría ver la obra uniforme, tal como la concibió.

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