El Ratoncito Pérez busca su sitio

Un personaje muy especial para los más pequeños decidió mudarse, hace varios días, al parque Isabel La Católica. Más concretamente, a un lugar resguardado, detrás de las cocinas del Parador El Molino Viejo, donde una placa en la diminuta puerta revelaba su identidad: Ratoncito Pérez. Un vecino fue el promotor de esta vivienda tan especial para que se convirtiera en su hogar. Pues la pandemia fomenta la creación de nuevas fórmulas de entretenimiento para el público más pequeño orientadas a reavivar su ilusión.

Esta primera estancia, que había llegado a acumular un buen arsenal de regalos, llevados por los niños, fue retirada sin embargo por Emulsa por «carecer de autorización para instalarse en un espacio público», señalan fuentes de la empresa.

Pero otro gijonés anónimo volvió a crear la entrada de la vivienda de este personaje con un trabajo de reposición, manteniendo gran parte de su apariencia original, pero pintando de rojo la puerta principal. Un cambio que llamó de nuevo la atención de los más pequeños.

Alba Ruiz, de 4 años, y Daniela Iglesias, de 3, visitaron ayer la nueva casita ilusionadas, aunque echaron en falta todos esos regalos que había ido acumulando el pequeño terreno «mágico», como lo describió Alba, que no cesaba de llamar al Señor Pérez. «No quiero que se vaya nunca de aquí», recalcó junto a Daniela.

Pero esta no es la única puerta mágica. El hada de los chupetes también tiene su lugar en Los Pericones y para conocer la morada de todos se ha creado el grupo Puertas Mágicas Cuentos de Asturias. Estas criaturas, como el Ratoncito Pérez, buscan un hogar en la ciudad.