«Tenemos una semana tan grande que merece durar diez días»

-¿Cómo será esta Semana Grande?

-Muy, muy necesaria, esperada e ilusionante. Esperemos que nos dé la alegría para aguantar la incertidumbre que nos viene a partir de octubre.

-¿Cuál es el ánimo de los gijoneses?

-Para los gijoneses cualquier excusa es buena para salir, es algo que va en nuestro ADN: nos gusta vivir la calle. Y la Semana Grande y todo agosto son fechas para reunirnos con conocidos que vienen de fuera y vivir las terrazas, los bares y toda la programación festiva. Animo a que siga siendo así, porque hay que decir que tenemos una semana tan grande que tendría que crecer a diez días, como se hace en Oviedo y en otras muchas ciudades de España. Hace tiempo que lo debatimos.

-Las calles ya están llenas de turistas...

-Había muchas ganas de tener un verano normal y se nota en la gran afluencia de público que estamos teniendo. En julio estuvimos muy bien en los hoteles pero no se reflejó tanto en la ciudad como ahora, quizá por los festivales y las fiestas. Hay muchos turistas, mucha gente: se notan las programaciones, tanto de conciertos como de musicales que atraen a mucha gente. Eso sí, el gasto es comedido.

-Ha vuelto también la Feria.

-Tiene un gran efecto en la hotelería y la hostelería. Esta ciudad no empieza a bajar cuando finaliza la Semana Grande, con el Restallón, sino cuando termina la Feria de Muestras. Es algo importantísimo que hay que cuidar: Gijón no sería lo mismo sin ella. Y lo ideal es que coincida como este año, cuanto más tarde empiece, mejor, porque alarga el verano.

-¿Tanta incidencia tiene?

-El que viene a la Feria antes ha ido a comer a un restaurante o sale después a cenar. La Feria es un motor que atrae, pero el visitante pasa unas horas allí y después va y disfruta de la ciudad.

-Decía que el gasto es comedido respecto a otros años.

-Sí, lo entendemos porque todos estamos sufriendo la inflación, también nuestros clientes: no hemos repercutido los gastos en su totalidad porque sabemos que la clientela soporta esas subidas en su día a día y no queremos que dejen de acudir a bares y restaurantes por tener precios caros.

-¿En qué lo perciben?

-Se alarga más la estancia con una sola consumición y también se opta por las de menor precio. En los restaurantes, se comparten platos y se ve contención en el gasto. Por lo general, hay más gasto de bar que de restaurante y las cenas no están siendo tan buenas como otros veranos.

-¿Pero se llenarán los restaurantes esta 'Semanona'?

-Sí, sobre todo en la zona centro se prevé llenar casi toda la Semana Grande, tanto para comidas como para cenas. Y el día de los Fuegos se espera una noche especial, como las de antes, con todo reservado. Ya se notó con la Noche de los Drones.

-En los hoteles también se espera muy buena ocupación.

-Sí, en la primera quincena de agosto se espera un 90% mínimo y en Semana Grande se rozará el 100%. Para la segunda quincena actualmente estamos a un 75%, pero las reservas no paran de llegar, así que esperamos un muy buen agosto. Han subido las tarifas un 15% aproximadamente respecto a 2019: el nivel de facturación se ha incrementado, pero ni con eso se asumen todas las subidas de costes energéticos.

-¿Cómo está funcionando el ocio nocturno?

-Está limitándose a fines de semana: la ciudad se queda muy tranquila a partir de medianoche. Cada año va a más: ya no hay tanta gente joven. Quizá tendríamos que reflexionar más sobre por qué no viene tanto turismo joven y ser atractivos para que los gijoneses que vivan fuera pasen las vacaciones en su ciudad.

-Citaba los festivales y fiestas parroquiales... ¿Por qué consideran que les han perjudicado?

-Es muy difícil competir con ellos. No tienen las limitaciones ni de horarios ni de sonido de la hostelería. Cuando un bar o restaurante tiene que cerrar a la una de la madrugada, en un festival se puede comer y poner música al aire libre toda la noche. Entendemos que la gente quiera ir a esos espacios porque son novedosos y puntuales, pero necesitamos regularlos.

-¿No contribuyen a aumentar la oferta y atraer a más público?

-Atraen gente, pero a menudo es público que solo consume en el festival y no genera gasto fuera. Vemos bien que haya festivales, pero hay que buscar un entendimiento en fechas, horarios y usos para que todos tengamos espacio en el ocio de la ciudad.

-Este año han renunciado a las casetas...

-No está olvidado, pero lo hemos dejado aparcado porque no queríamos hacer más competencia al sector. Este otoño empezaremos con reuniones para intentar que la ciudad tenga más actividades que aportemos desde Otea. Tendremos un octubre con eventos importantes, como el torneo de la ATP y el Ironman. Intentaremos que el Antroxu sea el mejor del norte de España y hay que pensar que Halloween también es una época cada vez más importante para el público joven.

-Ayudaría, como el AVE, a desestacionalizar...

-Tenemos mucha fe en que el AVE traiga visitantes de fin de semana, como ha pasado con nuestros vecinos de León.