Así son las palmas de Semana Santa en Gijón: pequeñas y con mucha decoración

Montse Puerta, dueña de Las flores de Montse, en Carretera del Obispo, en Gijón, es una de las pocas que sigue haciendo ella misma las palmas. Un trabajo que le lleva 40 minutos para las grandes y 30 para las pequeñas. Estas últimas conllevan «un trabajo más minucioso». Al ser artesanales, se asegura «la originalidad» en su producto. «Tenemos un catálogo que se diferencia de otras floristerías gracias a esto», afirma. A pesar de que la semana grande a efectos florales es la propia de Ramos, ya tiene el móvil «lleno de mensajes preguntando». Eso sí, la tendencia ha cambiado. «Ya no se lleva la pica lisa. Ahora se apuesta por modelos más pequeños». Y si hay algo que constata esta moda es su forma de trabajar: «Antes hacía 150 palmas grandes, ahora 40», indica.

Vista esta preferencia, decidió reinventarse. Por eso, añadió a estas creaciones más menudas imanes o ventosas «para poner en el coche». Pero también decoraciones. «Ahora interesa más que lleve un muñeco que la palma». Por eso ha añadido conejos o huevos de pascua a su producto. La palma sin decoraciones cuesta de 9 a 16 euros. En el caso de optar por una de las tres variantes (imán, ventosa o muñeco) el precio es de 12, aunque «lo marca la decoración».

Innovar. Eso buscaba Yolanda de la Fuente, dueña de La Orquídea, en La Merced. Lo ha logrado gracias a unos broches hechos de palma al que les ha añadido plumas y flores secas de su floristería. Estos están a 11 euros. Para las demás ha utilizado flores secas. «Son el comodín porque aguantan mucho». Además, pone lazos, margaritas y decoraciones de Pascua. El precio quedaría en 12 euros para las pequeñas, 13 para la mediana y la grande, 15.

Si hay una tienda que mantiene todas las opciones es Arco Iris, en la calle Langreo. «Tenemos de todo y para todos los públicos», dice la dueña, Emma Antuña. Y cuando dice todos es todos, pues también vende picas lisas de palma de dos metros para las procesiones. Emma incide en que esta es una tradición que continúa entre los jóvenes. «Los veinteañeros y los treintañeros siguen llevándola. Ellos optan por palmas sin decoración» que acompañan «con una flor o planta»; un público que atiende «más bien el viernes o el sábado antes de Ramos», si bien durante la semana es más para «madres con sus hijos» que acuden a buscar la palma.

A los niños hasta 10 años «les llaman la atención las palmas trenzadas con lacito». Antuña también se une a la tendencia de la flor seca con un bouquet donde se coloca la palma o tarjetas que rezan: 'Para el mejor padrino' o 'Para la mejor madrina' con un pequeñísimo ramillete de flores secas y la palma. Los precios varían mucho. Desde 3 hasta 20 euros. «Depende del trabajo que lleve».

Lucía Quirós, dependienta de Doña Cúrcuma, en Travesía del Convento, atiende un encargo para el día de Ramos. Su modus operandi es muy sencillo. Muestran al cliente sus dos tipos de palma: lisa y trenzada. Y tres tamaños. Aunque la preferencia, admite, son aquellas que llaman «de solapa», de 6 euros. «Estas también son para el público que tienen que viajar para entregarlas», explica. Una vez que el cliente elige, apuntan el encargo y añaden espigas, flores secas, una chapa de un conejo con el año 2025 y lazos. De estos últimos, «ponemos dos colores, tanto para niños como niñas, para que no haya problemas», ríe. Al igual que sus compañeras, confirma que la decoración «es esencial» y que «las pequeñas o medianas son las favoritas».