«Me siento una privilegiada y muy querida por la gente»
La histórica militante socialista Maricuela cumplió ayer 103 años: «Pasé la guerra, la República, el penal. Hay que luchar unidos»
SUSANA D. TEJEDOR
GIJÓN.
Jueves, 18 de noviembre 2021, 01:05
«Yo no cuento lo que viví, cuento lo que pasé. Y por eso digo que lo único que hay que hacer es luchar y luchar, las palabras solas no valen». Lo dice Ángeles Flórez Peón, Maricuela, y sabe bien lo que es pelear para alcanzar. Ayer cumplió 103 años, lúcidos, plenos de vivencias y de cariño. En su casa de Gijón, no solo le acompañaban su hija, María Ángeles, que reside en Francia, y su hijo, José Antonio, que llegó desde Nerja, sino algunos amigos muy cercanos y sus compañeros de militancia. «Yo soy socialista hasta la médula». Nadie le llama Ángeles. En sus años de juventud le pusieron Maricuela, el personaje protagonista de una obra de teatro titulada '¡Arriba los pobres del mundo!', que ella interpretó con 17 años, justo cuando estalló la Guerra Civil. «Ya me acostumbré y ahora me gusta, pero al principio lo encontraba feísimo».
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Hablar con ella es hacer un ejercicio de memoria: «Yo pasé la guerra, la República, el penal, todo. Dicen que soy la Historia de España», bromea. Con una lucidez envidiable y unas ganas enormes de enseñar, habla de pasado solo para recordar que es el camino del futuro. «A los jóvenes les diría que se unan para defender lo que luchamos nosotros, que no se pierda lo que conseguimos, que no se dejen porque si no cuando se den cuenta, estarán perdidos».
«Orden para vivir»
La que se considera la última miliciana socialista española viva, le diría a los políticos de ahora que «hay que luchar y unirse y conservar lo bueno que tenemos, pero todos juntos, no hay otra manera». Un leve catarro le impide salir a la calle los últimos días y se siente «fastidiada» porque la pandemia nos recordó, dice, «lo horrible que es estar sin poder salir». Su secreto de la longevidad es tener «un orden para comer y para vivir y, sobre todo, luchar por la libertad».
Ayer estaba pletórica. «Como no pude hacer una comida pensamos en merienda. Unos pasteles y algo de bebida». Una sencilla celebración en la que estuvo acompañada también del secretario general de la formación socialista, Iván Ardura; del secretario de Memoria Histórica, Alberto Ferrao, y del secretario general de la Juventudes Socialistas, Sergio Morais, que le entregaron un ramo de rosas rojas. «Mira el PSOE cómo se acuerda de mí», les dijo, antes de su visita era para ella «un honor». Aprovechó, eso sí, para darles un consejo: «Sed buenos, respetad las ideas, lo importante es ser una persona buena. Yo creo que di ejemplo». ¿Un deseo? «Morirme sin sufrir. Ya sufrí bastante».
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