Suspendida la sanción al profesor que ponía dieces a todos sus alumnos
La jueza descarta que exista un «interés público» en la ejecución inmediata de la medida por parte de la Consejería de Educación, que dejaba sin empleo y sueldo durante seis meses a Yván Pozuelo
La magistrada titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Gijón, Estefanía López, ha suspendido la ejecución de la sanción de seis meses sin empleo y sueldo que la Consejería de Educación del Principado había impuesto a Yván Pozuelo Andrés, el profesor de francés que puso un diez a todos sus alumnos de la Universidad Laboral de Gijón y explicó su metodología en una entrevista en EL COMERCIO.
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La jueza estima la solicitud del docente, que interpuso un recurso contra la resolución de la Consejería en el que además pedía la suspensión cautelar de la sanción. Tal y como recoge el auto, el profesor alegaba que «su sueldo es el único ingreso que entra en su casa, que en la coyuntura económica actual se produce un perjuicio no reparable dada la dificultad de encontrar ingresos alternativos y que se le van a producir perjuicios en su reputación». Además, señalaba que «la sanción no se ejecutó durante la tramitación del recurso sin que por ello perdiera ejemplaridad» y que, «dada la situación sanitaria, con numerosos docentes de baja, el interés general no se beneficia prescindiendo de un docente».
Por su parte, la Consejería de Educación se oponía recordando «el interés público en la inmediata efectividad de las sanciones disciplinarias y la posibilidad de reparación y reposición de la situación caso de ser estimado el recurso». Finalmente, la jueza ha considerado que no existe un «específico interés público» que justifique esa inmediata ejecución de la sanción, por lo que acuerda su suspensión hasta que finalice el procedimiento judicial.
«Un tirón de orejas contundente»
Yván Pozuelo manifestó su satisfacción por la resolución, que considera «un tirón de orejas contundente», si bien aclara que Educación tiene 15 días para recurrir y aún desconoce cuándo podrá reincorporarse a su puesto actual como profesor en la Escuela de Hostelería de Gijón. «Es un pequeño triunfo, pero es solo un primer paso. Ahora hay que dejar a la Justicia trabajar con tranquilidad para que determine si desde el punto de vista de la ley he cometido algún error», señaló el profesor expedientado, que se enteró «por sorpresa» de su suspensión el pasado mes de enero, aunque esta se hizo efectiva el 24 de diciembre, sin esperar a que el juzgado resolviera el recurso contencioso-administrativo presentado por el abogado Jesús López de Lerma, del despacho de Viliulfo Díaz. En octubre habían presentado un recurso de reposición que llevó a la Consejería a reducir su propuesta de sanción de 8 a 6 meses.
Yván Pozuelo, que llevaba catorce años dando clases en el IES Universidad Laboral, fue expedientado por poner dieces a todos sus alumnos después de contarlo en EL COMERCIO. En 2020 la Consejería de Educación inició un procedimiento que llegó a acumular 2.500 folios sobre las prácticas del funcionario y que él califica de «caza de brujas». «Todos los que me apoyan estamos muy contentos, felices de ver que las cosas empiezan a cambiar», destaca.
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