Últimos retoques para que Ataúlfo siga desde hoy como siempre
Reapertura. El nuevo propietario de la popular sidrería, Juan José Tomás, y su equipo reabren hoy al público con una decidida apuesta por la continuidad
Solo cuatro días han pasado desde que Ataúlfo Blanco echara la persiana a la popular sidrería de la calle Cabrales y hoy abrirá de nuevo al público con nuevo propietario –Juan José Tomás, de Sidra JR–, pero siendo el mismo establecimiento de siempre. El empresario tiene clara la clave: «Continuidad». Juan José Tomás explicó a EL COMERCIO cómo se decidió hacerse con la emblemática sidrería. «Empecé a trabajar en el llagar con quince años y servíamos las sidra aquí (en Ataúlfo). Era cuando se podía aparcar en la calle, pero teníamos que esperar a que terminaran de dar las comidas para dejar la sidra. Los veías trabajar». Tras rememorar aquella época en la que pasó muchas tardes en el local, apunta que «daba pena que la sidrería llegase a cerrar», así que se embarcó, con el apoyo de su mujer, en lo que dice que es «una aventura un poco loca, pero con muchas ganas e ilusión. Además, todo el personal se queda, así que será mucho más fácil».
Ayer dedicaron la jornada a ultimar los detalles y hoy abre de nuevo al público, que se encontrará con el local de siempre. «Va a ser Casa Ataúlfo. Será como si él estuviera aquí. Es como cuando estuvo malo, porque su presencia seguirá. Ahora mismo, no pensamos en hacer ningún cambio, sólo un poco de limpieza para poder abrir».
Los empleados tuvieron unos días de descanso desde el cierre del domingo «para que vengan con ganas. La única diferencia que va a haber es que en vez de traer la sidra estaré más por aquí. O yo o mi esposa Graciela. Ella me apoyó a dar este paso y va a estar», avanza Juan José Tomás. Entretanto, él continuará al frente de su llagar y ella, de su trabajo como abogada penalista. «Tenemos que compatibilizar nuestras profesiones», se conjuran. El nuevo hostelero –que confiesa no conocer los entresijos del sector– sabe es que fundamental «buscar un buen encargado, una cara amable que esté aquí». Y en ello está.
«Es algo que funciona»
No hay que tocar lo que bien funciona. Tomás es consciente de esta máxima y en este caso hasta el punto de mantener los periodos de vacaciones que tenía establecidos Ataúlfo, en mayo y septiembre, así como el lunes de descanso. «Es algo que funciona y ha conseguido tener un caché muy alto. Ahora debemos trabajar para mantenerlo», remarca el nuevo propietario.
Comienza hoy una nueva etapa de un negocio que abrió hace 41 años y que Ataúlfo Blanco y su esposa Rosario Vitienes, que también se jubila, supieron poner en lo más alto de la gastronomía de la ciudad. Ataúlfo cumplió el lunes 74 años dando el relevo a Juan José Tomás, quien ha conseguido en poco tiempo que Sidra JR sea una de las punteras de la región. Ahora se lanza con la sidrería porque opina, como muchos gijoneses, que sería una pena que la ciudad perdiera uno de sus templos sidreros, y pescaderos, de referencia.
