Casa Ataúlfo cambia de manos
El popular Ataúlfo Blanco se jubila y traspasa el local a Sidra JR
A. C. Busto
Miércoles, 6 de marzo 2024, 09:56
Ataúlfo se va, pero Casa Ataulfo permanece. El popularísimo local gijonés, emblemático donde los haya, da un giro después de 41 años siendo restaurante de referencia y muy especialmente lugar de encuentro de parroquianos en torno a una botella de sidra. O las que se tercien. Ataúlfo Blanco se jubila y pasa el testigo del local que, durante todo este tiempo regentó con su mujer, Rosa Vitienes, al mando de los fogones. Sidra JR, marca igualmente emblemática de la ciudad, se hace con el timón en un traspaso que se hará oficial la próxima semana. Hasta el domingo Ataúlfo seguirá detrás de la barra y Rosa en la cocina.
Ambos dejarán atrás una vida dedicada por entero al trabajo, que para él comenzó con apenas 14 años. Hijo de pescadera, desde niño conoció el significado de las palabras esfuerzo y sacrificio. Con ambos y siempre de la mano de la mujer con la que lleva casado cerca de 50 años, logró levantar una de las sidrerías de más renombre de la ciudad. Abrió sus puertas en la calle Cabrales en el año 1983. Desde entonces se ha convertido en un templo sportinguista casi a la altura de El Molinón, ha sido sede de tertulias, lugar de encuentro de fieles, punto de reunión también de ilustres, entre ellos el inolvidable Arturo Fernández, que no pasaba por Gijón sin parar en Ataúlfo, igual que numerosos artistas que tras actuar en el Jovellanos aprovechaban la fama del local y su proximidad al teatro para cenar allí.
Ataúlfo y Rosa afrontan ahora un más que merecido descanso mientras su plantilla continuará en el local. Sus tres hijas y sus cinco nietos serán ahora su principal ocupación. Eso y disfrutar de una jubilación que se hará esperar hasta el domingo, porque hasta el último día seguirán al pie del cañón.
Sidra JR afronta con su desembarco en Ataúlfo su primera aventura hostelera. El llagar del Alto del Infanzón fue fundado en a principios del siglo pasado por la familia Rodríguez. Fermín Amador Rodríguez fue el último miembro de la familia en estar al frente de la casa, que hoy dirige Juan José Tomás Pidal, propietario actual y colaborador del propio Fermín, que ha seguido con la marca «combinando tradición y modernidad».