De urinarios y demás

Era eso o el jardinillo del Náutico, «precisamente en el ángulo más alejado de la calle Jovellanos. Claro está que en el invierno apenas será utilizado, pero en el verano ¿quién duda de que es imprescindible?». Quizás, adelantábamos, la construcción sería más barata en el Náutico, por aquello de no tener que perforar un suelo afectado por «las filtraciones del mar a través de la arena del subsuelo, que habrán de contenerse a fuerza de cemento. Allí (frente a la Escalerona) los trabajos serían más sencillos, más fáciles y de menos gasto, quizá la mitad de lo que se invierta en el primero, si es que no quiere darse suntuosidad a la construcción».

Había, lo sabíamos, otras instalaciones urinarias cerca del arenal. Una, al parecer, «en el lugar conocido por 'la pomarada de don José', que es un quiosco con aspecto de cualquier cosa menos de evacuatorio. Y otro, un poco más allá, un urinario de escasa utilidad en el invierno, pero no en el verano y desde luego, no de tanta necesidad como el que proponemos se construya en los jardines del Náutico». Así, con estas nuevas construcciones mediante, quedaría sobresaliente el servicio sanitario de la playa, a entender de EL COMERCIO y de su sección 'Gijón por dentro', azote de los munícipes y proveedora, siempre, de ideas para el progreso de la ciudad. Hasta (y en especial) del más básico e incómodo de hablar.