Usuarios de la estación de buses de Gijón critican las dificultades para la adquisición de billetes
El horario reducido de la taquilla y los problemas con las máquinas expendedoras complican la transacción, sobre todo a usuarios mayores
EUGENIA GARCÍA
GIJÓN.
Martes, 15 de junio 2021, 02:28
De 8 a 13 y de 16 a 21 horas, no hay problemas: dos trabajadores atienden en taquilla dispensando billetes de autobús e informando ... de horarios y servicios. Sin embargo, cuando la taquilla de la estación de autobuses de Gijón echa la persiana, empieza la confusión. Los usuarios, como Adoración Turienzo, llegan y se encuentran con que solo pueden dirigirse a unas máquinas que no siempre saben manejar: «Yo no veo bien y no puedo usarla. Tendría que haber una atención continua», reprochaba ayer antes de darse la vuelta e irse sin poder comprobar, como pretendía, cuántos viajes le quedaban.
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No es la única usuaria que echa de menos el anterior horario de atención ininterrumpida (antes de la pandemia) desde que partía el primer bus a las 6 de la mañana hasta el último, a las 22.30 horas. «Comprar por internet es un rollo, por teléfono es un desastre y si quieres un billete combinado es imposible si no lo haces en taquilla», opinaba Luis Manuel del Valle. «No tenía ni idea de que ya no estaban al mediodía, menos mal que vengo con tiempo», señalaba Pilar García Santos, para quien «debería volver el horario habitual, porque hay mucha gente que, como yo, no se arregla por internet. Sobre todo hunden a los mayores». Coincidía con ella César Suárez, usuario habitual que no tiene problema en usar la aplicación o las máquinas, pero que entiende que hay viajeros que lo encuentran «muy complicado». «Dan por hecho que todo el mundo sabe manejarlo, pero dejan tirada a mucha gente», afeaba Cruz Menéndez.
Para constatarlo bastaba mirar a las dos máquinas expendedoras del interior de la oficina, donde varios viajeros se peleaban con la tecnología para tratar de sacar sus billetes a tiempo. «Tuve que comprarle con mi tarjeta de crédito el billete a un chaval que quería ir a Oviedo, porque la máquina no acepta efectivo», reconocía el ibicenco Antonio González Díaz, para quien «no parece muy intuitiva». Hay otras dos máquinas cuya ubicación, a plena luz, dificulta la visibilidad del monitor.
«Lo veo a diario», corroboraba Estela Cueto, usuaria habitual de la línea Gijón-Avilés. «Las máquinas no funcionan bien, la gente sube sin billete y el chófer, con razón y para no perjudicar a sus compañeros en ERTE, no se lo vende. Están entre la espada y la pared, entre fastidiar a sus compañeros y dejar a un viajero en tierra».
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ALSA cifra la venta en ventanilla en el 3,84%
La empresa ALSA aseguró ayer que ha perdido un 45% de sus usuarios a raíz de la pandemia y que apenas un 3,84% de viajeros emplean actualmente las taquillas, cuando en febrero de 2020, antes de la covid, eran un 12,67%.
«Es un tema recurrente en las reuniones de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) -apuntaba su presidente, Manuel Cañete-. Aunque haya una reducción de viajeros los usuarios que hay tienen todo el derecho del mundo a tener una asistencia en condiciones y un respeto en la atención, ya que no deja de ser un servicio público». A su juicio, «la situación de la estación de autobuses de Gijón es impensable en una ciudad de 270.000 habitantes».
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