Toda una vida de servicio

Así que a estas alturas del año, en 1998, la benéfica institución cumplía una década de vida. Así fue como se unieron el viceconsejero de Servicios Sociales, Javier Suárez Álvarez-Amandi, quien a la sazón libraba toda una batalla política en Gijón en torno a las UTT y al cómic de 'Los Potaje', y Vicente Álvarez Areces, alcalde de la ciudad, con un mismo fin: homenajear a una persona «tozuda, solidaria y voluntariosa». Así definió a Covadonga Donate ese día Álvarez Areces. Ella, «visiblemente emocionada», respondió a los elogios como mejor sabía hacerlo: con humildad. «La obra es de todos», afirmó la religiosa, por entonces de 68 años de edad. «Os tenéis que sentir comprometidos porque hay otro mundo alejado del nuestro que espera una mano tendida».

El descubrimiento de una placa conmemorativa del aniversario del Albergue y los aplausos de un público tan diverso -de Eleuterio Bayón a Luis Redondo, pasando por Elena Prendes o María Teresa Ordiz- como conciliadora también era la obra de Donate pusieron fin a un día emocionante para la asturiana. Aún podríamos disfrutarla bastante más tiempo. Covadonga Donate murió en febrero de 2019, a los 91 años de edad. En su haber contaba con un sinfín de reconocimientos. Fue premio Manuel Ángel Rubio Ballesteros en 2007; Luis Manuel Flórez, 'Floro', la reconoció en 2002; en el conflicto de la Naval, prestó las mantas de su albergue a los manifestantes. Fue una mujer querida por todos.