Alina Zhuckovska interviene durante la concentración contra la invasión rusa a Ucrania celebrada en el Náutico, en Gijón. Juan Carlos Tuero

«Putin no va a parar», claman en Gijón ucranianos residentes en Asturias

Más de 200 personas se concentran en el Náutico para demandar el fin de invasión rusa

Viernes, 25 de febrero 2022, 21:12

«Putin no va a parar». Con estas palabras se expresaba Alina Zhuckovska, una de las organizadoras de la concentración contra la invasión rusa de Ucrania que se celebró esta tarde en los jardines del Náutico, en Gijón. Más de 200 personas, muchas de ellas ucranianos residentes en la región, se dieron cita en este espacio para mostrar su repulsa a la acción militar ordenada por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, quien tras negarlo durante semanas terminó dictando la invasión del país de Europa del Este. «No tengo palabras para describir lo que está pasando. Tengo a un hijo y a un nieto de 18 años apoyando al ejército ucraniano», señalaba angustiada María Mykhlchuk, que lleva 16 años residiendo en Gijón.

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Esta mujer, que se emplea en la actualidad cuidando a personas mayores, tiene experiencia en la guerra.Ya en 2014, su yerno tuvo que ir al frente para luchar conta Rusia. «Pedimos a la UE que apoye y cierre el espacio aéreo. Por tierra podemos luchar», afirmó durante una concentración que contó con la presencia, entre otras autoridades, de la alcaldesa de Gijón, Ana González.

Los testimonios de los presentes son de rabia, dolor y preocupación. Tania Boreyko, que lleva 22 años en España, carga con dureza contra Putin, al que considera una «persona malísima que lo hace todo por detrás. Tengo familia allí y es muy doloroso.Están escondidos», sostiene.

Andry Diahack, su marido, está convencido de que el ejército ucraniano va a ser capaz de repeler la agresión rusa. Pero ese convencimiento no llega para tranquilizarle. La preocupación por la familia, por las preocupantes noticias que llegan de su país, es constante y los problemas para dormir ya han comenzado a afectarle. «No consigo dormir, igual que mi familia en Ucrania.Estoy tomando pastillas.

Irina Polyakova tiene claro que las sanciones a Rusia deben ir a más y plantea que se saque al país del acuerdo Swift, una plataforma que facilita los movimientos bancarios. «Vivo con mi marido en Asturias, pero tengo mucha familia en Ucrania.Están muy asustados», sostiene.

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A Olena Bragriychuk se le asoman las lágrimas cuando comienza a hablar de su familia en Ucrania. «Lo único que quieren es vivir en paz y tranquilidad», afirma esta mujer que se vino a Asturias hace quince años de la mano de su madre mientras muestra fotografías que le enviaron ayer sus familiares. En ellas se pueden apreciar edificios destruidos y grandes columnas de humo.«Dicen que ahora los rusos también están tapando la frontera con Polonia», señala desolada.

Vodan Zuckousky, que lleva tres años en Asturias, no se esperaba que la situación llegara a donde ha llegado.Era consciente de las amenazas de Putin, pero no creía que iba a llegar a cumplirlas. «Conocemos a Putin, pero no creíamos que fuera a meter a toda su armada en Ucrania. La gente más realista, sí, pero los más idealistas, no», afirma mientras recuerda a sus dos hermanos.

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